TRAS EL
ALMAS DE MONGOLIA
Verdad y
mito del hombre salvaje
¿Qué
vieron unos fugitivos polacos en Mongolia en 1942?
Carlos
A.Font Gavira
Historiador
Las historias de homínidos
salvajes o supervivientes pueblan las mitologías del ancho mundo. Podemos
discutir su denominación pero todas estas historias responden al mismo
prototipo de criatura. Un ser bípedo, peludo, fornido, salvaje y misterioso.
Una criatura que camina en la delgada línea que separa lo que es un animal
salvaje de un humano primitivo. En este caso vamos a centrarnos en un espacio
geográfico concreto el que ofrece la inmensidad de Mongolia. Miles de
kilómetros cuadrados de estepas, montañas y bosques, la mayoría casí vírgenes,
podrían albergar una criatura homínida de dudosa existencia pero muy presente
en la leyenda.
1.-
Un país de máximos: Mongolia
Entramos en el templo con
respeto y envueltos en un espeso silencio. Miramos hacia atrás por un instante
a la antigua ciudad imperial, repleta de magníficos templos, soberbias murallas
y el viejo esplendor de una ciudad que fue capital del mundo. Kharakhorum es
así. El templo de Erdene Zuu es un típico ejemplo de templo budista en tierras de
Mongolia, religión mayoritaria en este país. Una extraña espiritualidad flota
en el ambiente junto a extrañas figuras de la cultura asiática que nos observan
por doquier. Contemplamos los sempiternos budas con su mirada serena en busca
del nirvana. Estamos rodeados de vivos colores que nos extasían y nos evaden de
la inmensidad de la estepa que es donde nos encontramos. Viejos tapices adornan
las paredes poblados de budas meditantes. Me fijo en el dibujo de un tapiz que
en un principio no tiene por qué llamar la atención. Un par de cabras y un
ciervo pastan tranquilas en un prado verde inconscientes de que un par de ojos
las observan. La escena, un tanto bucólica, tiene un protagonista más. No es un
depredador felino quien acecha a los rumiantes. Es algo extraño y perturbador.
Una figura humanoide con rasgos a su vez simiescos observa la escena con ojos
atentos. Está escondido tras unos matorrales, un pelaje negro oscuro cubre todo
su cuerpo, y su rostro, similar al humano pero con expresiones de animal. ¿Ha
llegado el mito del Yeti a Mongolia? ¿Nos encontramos ante un nuevo tipo de
homínido presto a que se debata sobre él?
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Criatura extraña de aspectos simiesco. Representación en
tapiz en el monasterio de Erdene (Karakorum, Mongolia). Archivo del
autor. |
Mongolia
es un país enorme lleno de extremos . En verano puedes asarte de calor con
temperaturas de hasta 40 º y en invierno congelarte a temperaturas de -30º.
Estos contrastes tan acentuados definen el clima continental y moldean con dureza el carácter de sus gentes.
Antes de dirigirnos a este país pocas cosas sabíamos sobre los mongoles. Por
Historia conocemos las gestas guerreras de Gengis Khan, quizás el mongol más
famoso del mundo, que llevaron a la construcción del Imperio terrestre más
vasto que se ha conocido. En términos de Naturaleza y vida salvaje hay que
afirmar, con cierto regocijo, que es un país virgen en gran medida. El turismo
es incipiente y salvo la capital, Ulan Bator, el concepto de ciudad urbana y
moderna no existe. Gran parte de la población sigue siendo nómada, vive del
pastoreo y habitan en yurtas (vivienda tradicional mongol).
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Valle
del Yol (Mongolia). Archivo del autor |
Los grandes mamíferos están bien
representados con camellos bactrianos, ciervos (barales), gacelas de Mongolia,
lobos, asnos salvajes,... y el emblema de la Mongolia salvaje: el caballo de
Przewalski. El caballo fue uno de los primeros animales en ser domesticados por
el hombre y, sin duda, de los más cruciales. La Historia del mundo se ha
descubierto, explorado y conquistado, en buena medida, a lomos de un caballo.
Estos pequeños caballos son verdaderos testimonios de los caballos
prehistóricos, aquellos que cazaban nuestros antepasados y fueron dibujados en
las pinturas rupestres. Su crin es erizada , posen rasgos acebrados en los
dorsales de las patas y una línea oscura traza su lomo. Todo ellos rasgos
arcaicos de un caballo primitivo. Después de la grata experiencia empezamos a intuir las sorpresas que nos
puede deparar Mongolia. Si este territorio indómito ha sido capaz de preservar
a los últimos caballos primitivos y salvajes, ¿puede ocurrir lo mismo con los
hombres?
2.-
¿Qué son los “Almas”?
La abundancia de leyendas,
cuentos, relatos y mitos de hombres salvajes que habitan bosques y montañas es
tan antigua como la Humanidad misma. Asia, el continente de las grandes cifras,
es, tal vez, donde más ha arraigado esta
creencia puesto que es el continente donde la naturaleza, la religión y el
hombre se encuentran más estrechamente relacionados.
Mongolia es un país
mayoritariamente budista. En la capital, Ulan Bator, en el templo de Gandan se
encuentra la estatua de Buda (Migjid Janraisig) más grande del mundo con
más de 25 metros de altura. No deja de ser paradójico que la cuna del mayor
conquistador del mundo, Gengis Khan, adopte como principal religión el budismo
que postula principios de paz, armonía y equilibrio. La tradición escrita budista incluye varias
alusiones a la figura del Hombre Mono o a criaturas antropomorfas. Por su
parte, el libro tibetano Mani Kambun narra la historia acerca de cómo
las enseñanzas de Buda fueron transmitidas a los simiescos habitantes de las
alturas para que pudieran alcanzar de esta manera la iluminación. A ambos
ejemplos habría que añadir la existencia de dibujos de seres parecidos a los
primates cubiertos de pelo y de notable estatura presentes en algunos
manuscritos sobre la vida silvestre del Tíbet con una antigüedad de varios
siglos.
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Libro
de medicina tibetano-mongola ilustrada sobre ayurveda, de
ʼJam-dpal-rdo-rje de Mongolial. Edición de 1911. |
Comprobamos que la cultura
asiática es pródiga en este tipo de historias hasta hacerlas una pieza básica
de su mitología. En la lejana Europa medieval este tipo de historias se
recibían con curiosidad pero también con incredulidad. Giovanni del Pian di
Carpine, legado pontificio entre los tártaros de 1245 a 1247, cita en su “Libellus
histórico” del origen del imperio tártaro y el fundador de la ciudad de
Omyl por Ogudai, hijo de Gengis Khan, en cuyas proximidades existe un desierto
en el que afirma, viven los hombres de los bosques que desconocen el lenguaje y
a los que sus articulaciones restan agilidad y facultades. Estos extraños seres
portan vestidos de pieles, y cuando son heridos por las flechas tártaras,
consiguen escapar, aplicando ciertas hierbas a sus heridas. Por su parte,
Guillermo de Rubruk, enviado de San Luis, rey de Francia, a país de los
tártaros entre 1253 y 1255, en el capítulo XXXVI de su “Itinerario”, los
cita, si es que se trata de los mismos, como habitantes de las regiones
orientales de Cathay, pigmoides, poco ágiles por la conformación
particular de sus extremidades y cubiertos de pelo.
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El autor en la antigua ciudad imperial de Karakorum (Mongolia) |
Otro viajero del Medievo, esta vez el alemán
Johann Schiltberger, a su vuelta a Europa en 1427, habla de una cadena de
montañas que separan la Siberia de un gran desierto, quizás el Altai. Estas
montañas son moradas de “hombres salvajes”. Cita a Ediguel,jefe de la Horda
dorada, quien recibió como presente una pareja de “salvajes”, un hombre y una
mujer. “He sido testigo de este suceso y pude verlos con mis propios ojos
cuando estaba con Tehekra, el hijo del rey.” Los vio sin contemplaciones,
tanto más cuando él mismo, después de ser capturado por los turcos, sería
regalado también a Ediguel. Estos viajeros y exploradores, comparables a Marco
Polo pero menos conocidos que él, nos han dejado estos interesantes testimonios
de lo que vieron y oyeron por tierras de Asia. Son citas no excesivamente
explícitas con la carencia de rigor de su tiempo pero suficientes para excitar
la fantasía de los interesados.
La existencia del Almas ha
traspasado las fronteras del tiempo y no ha quedado reducida a unos cuantos
relatos de viajeros medievales. En pleno siglo XX se financiaron y organizaron
expediciones para ir en su búsqueda. Rusia fue el país que más se implicó en
esta investigación tras la presencia del “hombre-reliquia”. Según afirmaba el
malogrado zoólogo español Jordi Magraner (a su vez decidido buscador del
“barnamu” en Pakistán), en el año 1958 la antigua Unión Soviética redactó un
voluminoso informe de unas 400 páginas titulado “situación actual referente a
homínidos”, escrito por una comisión soviética para el estudio del “hombre de
las nieves” que goza de gran predicamento en Rusia. La investigación dirigida
por el científico B.Porchnev, a la que se destinaron importante fondos y
medios, fue suspendida por el Presidium en 1959. En plena Guerra Fría, que una
superpotencia como la URSS dedicara esfuerzos a investigar este misterio del
almas nos hace deducir que la cuestión reviste veracidad y su hallazgo gran
importancia. Resulta curioso, con una cierta languidez lírica, que en los años
de la Guerra Fría, con la competencia entre superpotencias al máximo por ver
quién era el primero en colocar a un hombre en la Luna, los soviéticos
dedicaran esfuerzos a descubrir un misterio de nuestro pasado más remoto. El
hombre mira hacia las estrellas desde antaño pero también a la oscura cueva de
su propio ser.
Incluso en España, con una
prensa amordazada y con un gran control sobre las noticias que provenían del
bloque comunista, se hizo eco de las investigaciones soviéticas. Un
sorprendente titular del diario “ABC”, con fecha de 12/07/1958, nos impacta por
su sencillez y a la vez fuerza de contenido: “En Mongolia viven hombres del
tipo de Neanderthal”. La creencia sobre la existencia del Almas seguía más
viva que nunca.
3.-La
increíble experiencia de 1942
El campo
de la fauna desconocida o críptida se alimenta en gran medida, a falta de otras
pruebas, del relato de los testimonios. El avistamiento de criaturas extrañas
nos induce a pensar que algo anómalo ha sucedido aunque muchas veces sea
producto de equivocaciones o confusiones. No obstante siempre hay que tener en
cuenta el valor de los testimonios y analizarlo en su contexto y verdadera
dimensión. En el caso del Almas de Mongolia conocemos un relato extraordinario,
tanto por su protagonista (un fugitivo polaco) como en el momento histórico en
que se produjo, (año 1942 en plena Segunda Guerra Mundial).
Noticia de prensa recogiendo el testimonio de un fugitivo polaco en Mongolia en 1942. Órgano asociación de la prensa de Burgos 25 enero 1954 |
La Unión Soviética tenía un
densa red de campos de concentración y trabajo forzoso que respondían al nombre
de “Gulag”. En uno de ellos, en plena Siberia, se hallaban varios presos
polacos además de otras nacionalidades. Varias fuentes nos hablan de un viaje
de evasión del campo de varios individuos que atravesaron, prácticamente, media
Asia, hasta internarse en la India británica a principios de los años cuarenta.
Ponemos nombre y apellidos a uno de ellos gracias a la serie televisiva
“Misterios del Mundo”; dirigida por Arthur C.Clarke (1917-2008). En uno de sus
capítulos dedicados a estudiar fenómenos anómalos en el mundo, entrevistaron a
un tal Wíktor Juszczyk quien relató su viaje de huida de un campo de
concentración soviético en los años cuarenta del siglo XX. Si las penalidades
del viaje y los peligros que le acechaban no fuera suficiente, vivió una
experiencia increíble cuando atravesaba Mongolia. El fugitivo polaco se
encontró con un “Almas.” Según su testimonio la criatura era “gruesa, con la
boca blanca, dientes blancos.” Negó que fuera un “mongol, un esquimal” era algo
que “nunca había visto” y sentenció que era “un hombre de la Edad de Piedra.”
¿Qué vió, realmente,Wíctor?
En el mismo programa dieron
cabida a la opinión de la Doctora Myra Shackby, de la Universidad de Leicester,
donde aseveraba sin contemplaciiones que “Existe unanimidad para afirmar que
viven en zonas de alta montaña seres de aspecto salvaje.” Incluso en España un
periódico provincial se hizo eco de la sensacional historia que provenía de las
lejanas tierras del Asia central. La “Hoja del lunes: órgano de la Asociación
de la Prensa de Burgos”, recogía un demoledor titular, en fecha del 25 de enero
de 1954. Reza así: “Un polaco fugitivo de Rusia dice haber visto al abominable
hombre de las nieves en 1942.” Podemos discutir lo adecuado o no del término
usado, pero lo que no cabe duda, es que recoge esta historia increíble. El
breve texto de la noticia alude a que la criatura observada parecía “el
producto de un cruce entre un oso gigante y un orangután y no se mostró
peligroso.” Perturbador.
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Representaciones de yaks y otros animales silvestres de Mongolia. Tapiz en el monasterio de Erdene (Karakorum) Archivo del autor |
Este viaje ha tenido eco en el
cine puesto que en el año 1968 se estrenó una película, desconocida para el
gran público, titulada “Más allá de las montañas”, dirigida pro Alexander
Ramati que trataba la historia de los hermanos Víctor y Marek que ser refugian en
Kermine (Uzbekistán). Está claro que es un remedo de la historia real de
Juszczyk. En época más reciente los conocidos actores Ed Harris y Colin
Farrell, protagonizaron la película “Camino a la libertad” (The Way Back),
dirigida por Peter Weir, donde un variopinto grupo de fugitivos atraviesa
Siberia, Mongolia y el Himalaya, tras escaparse de un gulag soviético, y llegan
a la India en 1942.
4.-Candidatos
a resolver el misterio
Llegados a estas líneas nos
hacemos la eterna pregunta ¿qué se esconde tras el mito del almas? ¿animal u
hombre? ¿bestia antropomorfa u homínido primitivo? La pregunta es sencilla mas
no la respuesta. Hemos elaborado una pequeña lista de posibles candidatos que
más se ajusta a las características y rasgos descritos en los almas en
Mongolia. Son los siguientes:
a.-)
Hombre de Java:
Fue el primer representante del
Homo Erectus en ser descubierto. Fue encontrado y descrito en la isla de Java,
entonces bajo dominio holandés, por Eugéne Dubois en 1891. Una serie de fósiles
dispersos fueron hallados en Trinil en la parte Este de la isla. Dubois, lo
bautizó con el nombre científico de Erectus haciendo referencia al bipedismo
del espécimen. Dubois estaba obsesionado
con encontrar el célebre “eslabón perdido”, una especie intermedia entre los
humanos y los simios. El Homo Erectus fue uno de los homínidos más
desarrollados a escala evolutiva y presentaba rasgos impresionantes como una
capacidad craneana de unos 940 cm³, intermedia entre los 1.200-1.500 cm³ del
hombre moderno y los 600 cm³ del gorila. El hombre de Java poseía la porción
del cerebro que controla el lenguaje, y, por tanto lo más probable es que
tuviera una capacidad lingüística limitada pero incapaz de desarrollar el
habla. El cerebro del hombre de Java es, quizás, su mejor portento en la
carrera evolutiva, de mayor tamaño que cualquiera de los simios actuales y con un mayor número de circunvoluciones lo
que le otorgaba más características
humanas que simiescas. En el plano físico el hombre de Java medía alrededor de 1.80 metros de altura y
pesaba cerca de 80 kilogramos. Presentaba una musculatura muy desarrollada y
gran vellosidad corporal y, lo más crucial, caminaba en posición erecta.
Estamos ante un hombre primitivo, con características arcaicas pero hombre al
fin y al cabo. La descripción del almas encaja muy bien en el arquetipo del
hombre de Java. Además se desplazaba en pequeños grupos familiares y se
refugiaba en las cavernas. El único elemento de distancia que presenta con
nuestro misterio es el hábitat. Los primeros restos del hombre de Java fueron
encontrados en el Trópico en un clima ecuatorial de densas selvas. Nada
parecido a las frías soledades de Mongolia en pleno corazón de Asia. Si el
hábitat es un escollo en nuestra investigación nos remetimos a nuestro
siguiente candidato. Un homínido asociado al frío y a los rigores glaciares
hasta casi imposible desvincularlo de este entorno. Nos referimos al Hombre de
Neanderthal.
b.-)
Hombre de Neanderthal:
Este cercano pariente nuestro es
el que más preguntas ha suscitado y más pasiones ha generado. Los Neanderthales
están de plena actualidad puesto cada cierto tiempo aparecen noticias
relacionadas con nuevos hallazgos fósiles o nuevas interpretaciones acerca de
su comportamiento. Su humanidad distinta a la nuestra sumado a su misteriosa
desaparición ha contribuido a mantener vivo el interés por los hombres de
Neanderthal. Esta especie de homínido, aceptando los patrones clásicos, se
extendió por toda Europa y parte de Asia Central. Apareció hace unos 280.000
años y desapareció de la faz de la Tierra hace unos 28.000 años aunque siempre
se ha especulado sobre su supuesta convivencia con los hombres modernos, Homo
Sapiens, en tiempos recientes. La peregrina idea de que reductos de hombres de
Neanderthal escaparan de la extinción y sobrevivieran en lugares remotos e inaccesibles
ha persistido en el tiempo y en todas las épocas. El primer fósil de
Neanderthal fue hallado en una gruta en el valle del río Neander (de ahí su
nombre), cerca de Düsseldorf (Alemania) en 1856. En su tiempo no se aceptó que
perteneciera a una primitiva especie humana y los palentólogos los describían y
representaban como seres decadentes, de aspecto brutal, con hombros caídos,
rodillas permanentemente flexionadas y
poderosos brazos. Literalmente un “hombre-bestia” cuya imagen ha permanecido
grabada en el imaginario popular durante decenios. No ha sido hasta hace unos
años cuando los Neanderthales se han “humanizado” y descrito en su justo
término. Con una altura media de 1,65 m., el aspecto robusto de su cuerpo era
el carácter más arcaico de los Neanderthales. Ellos fueron los primeros seres
humanos en enterrar ritualmente a sus muertos, cuidar a sus enfermos y tener
manifestaciones artísticas lo que revela una inteligencia desarrollada y , si
me permiten abusar del término, un alma sensible.
Existe un consenso científico
que acepta la convivencia de los hombres modernos con los Neanderthales en
Europa, Asia Central y Oriento Próximo en una última época hasta su
desaparición. Parece que este candidato se aproxima bastante al almas de
Mongolia, y salvo algunas inconexiones físicas entre una especie y otra, su
hábitos son parecidos y adaptados al mismo tipo de hábitat. Si somos
excesivamente escrupulosos nos fijaremos en que la distribución máxima del
Neanderthal por Asia, llegaba hasta el actual Uzbekistán, territorio asiático
pero aún lejos de Mongolia. La pregunta es qué homínido habitó las planicies
mongolas o de dónde vinieron. Nos tenemos que acercar aún más al centro de Asia
para descubrir a nuestra escurridiza criatura.
c.-)
Hombre de Denisova:
Una solución intermedia nos la
daría un homínido reciente, puesto que se descubrió en 2010, y que ha
revolucionado la historia de la hominización en Asia. Se trata de una especie
que se situaría entre los Homo Sapiens y los Neanderthales. Fue encontrado en
Siberia y responde al nombre de “Homínido de Denisova”. Se ha sugerido que esta
nueva especie vivió entre hace un millón de años y 40.000 años, en áreas en las
que también vivían Neanderthales y Homo Sapiens, aunque su origen se
encontraría en una migración distinta. En caso de confirmarse como nueva
especie de Homo, el nombre oficial podría ser Homo siberiensis, Homo altainsis
o más probablemente Homo denisoviensis. Un equipo de científicos del Instituto
Max Flanck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), secuenció ADN
mitocondrial extraído de un fragmento de hueso proveniente del dedo de una niña
que fue encontrada en las cuevas de Denisova, en los montes Altai de Siberia.
El ADN mitocondrial indica que este homínido procede de una migración desde
África distinta a la de la entrada de Homo Sapiens en Europa, a la de los
ancestros de los Neanderthales y distinta, asimismo, del éxodo temprano de Homo
Erectus.
Una
vez establecida como especie diferente de Neanderthales y Homo Sapiens, la
investigación se dirige hacia establecer la relación con otros fósiles
encontrados en Asia, en especial de Homo Erectus encontrados en Java y China.
CONCLUSIONES
La paleontología aun no ha
ofrecido una respuesta determinante a todas las preguntas que encierra este
misterio.
Como hemos comprobado en este
viaje cierto es que una geografía caprichosa puede ocultar una criatura
misteriosa. El continente que ha salvaguardado el caballo de Przewalski; ¿
podría a su vez alojar en su inmensidades la última tribu de humanos
prehistóricos, auténticos supervivientes de un pasado remoto? Quizás tengamos
más posibilidades de encontrar al almas en un viejo tapiz que en una recóndita
montaña. Con esto queremos decir que la criatura está más presente en la
mitología que en la realidad. Según Bernard Heuvelmns, padre de la
criptozoología, estos avistamientos de una población salvaje podría basarse en
recuerdos míticos ancestrales de los Neanderthales. Tal vez volvamos al
principio de este artículo, a una visión sugerente de un ser extraño que no
llegamos a asimilar
BIBLIOGRAFÍA
-El
gran libro de la criptozoología. Gustavo Sánchez Romero, David Heylen y José
Gregorio González. Edit.EDAF.2008.
SOBRE EL AUTOR
Carlos A.Font Gavira (Los Palacios, Sevilla.
España. 1983). Historiador e investigador. Miembro de la Asociación Española de
Africanistas (AEA) y Postgrado“Especialista Universitario en Archivística” por
la UNED. Colaborador en publicaciones divulgativas de Historia como “La Aventura
de la Historia”, “Historia de España y el Mundo” y “Clío”. Amante de los viajes
a lugares recónditos como Etiopía, Camboya, Mongolia, Siberia, etc, en busca de
historias del pasado humano y natural. Actualmente está preparando su tesis
doctoral sobre el refugio de la colonia alemana del Camerún en la Guinea
española durante la Primera Guerra Mundial.
CARLOS A. FONT EN CRIPTOZOOLOGÍA EN ESPAÑA
¿Descubrieron los españoles al tilacino en el siglo XVII? (febrero 2020)
Sirenas del Nuevo Mundo (enero 2021)
Tiburones en Mesopotamia (julio 2021)