Fede es un tipo sencillo. Buen conversador. Habla despacio y
muy claro con unas exposiciones que dan ganas de volverlas a escuchar. A veces
le digo que me repita la anécdota por lo placentero que es escucharlo.
Fede es sobrino de Jordi Magraner y debido a que apenas se
llevaban 13 años en edad, compartieron muchos ratos juntos. De hecho Fede, fue
el primero en saber que Jordi se iría a Pakistán para buscar al Barmanu.(1) Se lo
dijo una vez tomando ambos un helado en Valence, Francia, donde Jordi vivía con
sus padres y hermano menor. "Me iré en cosa de un año pero no le digas
nada a nadie" me cuenta que le dijo. A los seis meses de ese día, Jordi
marchaba para Chitral. (2)
Fede me cuenta con mucha admiración y respeto hacia su tío
lo singular que era. Un año, cuando Jordi fue a pasar unas semanas a casa de
Fede a Valencia, España, le enseñó cómo hipnotizar lagartijas. Jordi tenía la
habilidad de poder acercarse a ellas hasta conseguir poner un dedo frente a los
ojos del reptil de forma que éste quedaba paralizado. Con la otra mano,
mientras tanto, pasaba un lazo de hilo por la cabeza de la lagartija para
cogerla siempre con mucho cuidado. Se pasaba las horas de los días cazando,
midiendo y catalogando lagartijas en el jardín en vez de irse por ahí a pasarlo
bien como le recriminaba su tío, padre de Fede.
Cierto día sorprendió a Fede haciendo puntería con su tirachinas disparando
contra las lagartijas que tanto amaba Jordi. Me cuenta que la bronca que le
cayó fue monumental.
Jordi tenía una capacidad extraordinaria de saber siempre
dónde estaba. Cierto día salieron Fede y
él de excursión por un bosque cercano que Fede conocía sólo parcialmente. Tras
muchas horas de caminata Fede ya no tenía ni idea de lo lejos que pudieran
estar aunque Jordi constantemente le tranquilizaba seguro como estaba de su
situación. En esa caminata Jordi le dijo a Fede que bajo una roca a la que ni siquiera se había acercado, podría
encontrar termitas si miraba debajo. Y ahí estaban. Miles de termitas que no se
sabe cómo, Jordi había presentido.
La infancia de Jordi no fue nada fácil. A muy temprana edad
emigraron a Francia con una destartalada furgoneta sus padres, abuelos y los
seis hermanos. Para más Inri, durante el viaje, que debía hacerse en tramos de
sólo una hora de marcha ya que la furgoneta debía refrigerarse cada rato
parando el motor, fueron cayendo con sarampión uno tras otro. Jordi le dijo muy
seguro a su madre que él no lo tendría, que él no estaba contagiado. Y así fue.
Él fue el único hermano que no sufrió los picores de la enfermedad.
Su padre, fumador empedernido murió a temprana edad y los
hermanos se iban casando uno tras otro, abandonando la casa familiar. Jordi se
refugiaba en la montaña. Siempre iba a la montaña en solitario y pasaba largas
jornadas allí observando. Me cuenta Fede la preocupación frecuente de la madre
al ver que su hijo no regresaba a la tarde y que por la mañana su cama estaba
sin deshacer. Jordi decidía quedarse a dormir al raso en el bosque cuando le
parecía bien y se alimentaba de lo que encontraba. Así de fuerte era su pasión.
Ya plenamente sumido en su búsqueda del Barmanu en
Chitral, una vez que andaba por esas tierras él solo acompañado siempre de su
inmenso perro Alaska Malamute, cierto día se vio acorralado por una docena de
lobos con intenciones muy agresivas. Me cuenta Fede cómo Jordi le contó que, de
inmediato, su perro se lanzó contra esos lobos y de un solo mordisco en el cuello
fue matando a varios de ellos hasta que los demás huyeron. De no haber sido por
ese perro, Jordi hubiese muerto mucho antes de lo que lo hizo.
En otra de sus incursiones por esos montes parece ser que
tuvo un traspié, cayendo desde un barranco y quedando inconsciente en el suelo
bastante malherido. Sin ayuda alguna tuvo que reponerse poco a poco y volver
por su propio pie varios días más tarde. Fede me recalca que Jordi tenía una
fortaleza inhumana aún con su pequeño tamaño.
Su carácter era muy severo, incluso malhumorado a veces.
Cuando le llevaban la contraria perdía el norte con facilidad. Al preguntar a
Fede sobre si en algún momento Jordi perdió la esperanza de encontrar al
Barmanu, la respuesta es tajante. Jordi siempre estuvo seguro de que estaba
allí, lo había escuchado, había visto huellas, heces y el testimonio de muchas
personas del lugar. Lo único que tenía claro es que necesitaba una expedición
mucho mayor por lo enorme del terreno que había que estudiar.
Tras cuatro viajes a Pakistán, Jordi estaba hasta el cuello
de deudas y la policía le aconsejaba abandonar su casa por la situación
política que atravesaba la zona. Jordi ya tenía los preparativos para regresar
cuando fue asesinado ese mes de agosto de 2002. Las causas no se saben a día de
hoy. Hay varias hipótesis pero la cosa nunca se ha resuelto.
La abuela Magraner, de 98 años, conserva en su casa de
Francia un baúl con toda la documentación que Jordi iba trayendo de sus viajes,
el resto de sus pertenencias quedaron en aquella casa de Chitral. Nunca
sabremos qué nos hemos perdido.
Hay algún director de cine que está interesado en hacer una
película de su vida. Ojalá salga adelante."Mi tío era
imposible, pero imposible que trabajase entre cuatro paredes con un
horario".
N. de la R.:
(1) Barmanu es el nombre dado a un homínido que habitaría en la región de Chitral y que fue el objeto de estudio de los viajes de Jordi Magraner.
(2) Chitral
es una región montañosa del norte de Pakistán en la que Jordi Magraner residió y
donde realizó su investigación.
Iván Torregrosa Pihlman (Helsinki, 1968). Hijo de español y
finlandesa, desde muy joven empezó a volar como Tripulante de cabina y
sobrecargo. Más de treinta años volando en diez compañías aéreas diferentes le
han dado la oportunidad de conocer gran parte del planeta. Desde hace tiempo es
instructor de nuevas tripulaciones en escuelas de formación. Ha vivido en
muchas ciudades y países aunque, ahora, ha decidido quedarse en Tenerife junto
a su familia.
Fue subcampeón de España de Halterofilia y ha estado
vinculado al deporte de las pesas gran parte de su vida. Por su trabajo, ha tenido ocasión de visitar
infinidad de sitios emblemáticos vinculados al misterio y hablado con
personalidades muy relevantes de este mundo.
Su afición a la Criptozoología viene de muy atrás, siendo
precisamente los homínidos los que más le llaman la atención por todos los
motivos que son obvios en caso de demostrarse algún día la existencia de
alguno.
Para saber más:
*
jordimagraner.com