Desde que fuera encontrado hace quince años en
una salitrera abandonada del desierto chileno de Atacama, el pequeño esqueleto del
llamado Ser de La Noria, Ser de Atacama o simplemente Ata, ha estado envuelto
en la polémica. Para algunos se trata de la prueba definitiva de la existencia
de vida extraterrestre. Para otros, la posibilidad de una especie desconocida de
homínido. Para la mayoría, estaríamos, simplemente, ante un feto humano.
Los análisis del pequeño ser- que se halla depositado en la actualidad
en las dependencias que el Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos
(IIEE) tiene en Barcelona- siempre han sido motivo de controversia.
El último (hasta el momento) capítulo de su historia
comienza, en realidad, en 2012 cuando Garry Nolan, microbiólogo e inmunólogo de
la Universidad de Standford se interesa por el extraño asunto. Junto a su
equipo, el investigador logró mapear el 92 % del ADN de la criatura,
determinando que era absolutamente humano, como publicó en su momento.
Los creyentes en la hipótesis extraterrestre se agarraron
con esperanza a ese 8 % restante.
¿Podría contener ADN extraño? ¿Estaríamos ante un híbrido? Nolan no lo
creyó entonces y decidió continuar con su investigación.
En un nuevo análisis, obtuvieron 12 microgramos de tejido extraído
de la zona frontal de las costillas del ser de La Noria. Mapearon el ADN y
realizaron un estudio comparativo, lo que les llevó a interesantes
descubrimientos.
Ata es femenino y murió antes o poco después del nacimiento.
Sufría escoliosis, enanismo y otros trastornos óseos, como turricefalia, lo que
hace que el cráneo crezca hacia arriba y con forma puntiaguda. También presentaba
mutaciones en los genes asociados con la displasia craneodérmica y la displasia
esquelética de Greenberg.
Es decir, un cúmulo de malformaciones que, en opinión de
Nolan, pueden ser perfectamente compatibles entre sí, y cuyos resultados ha
publicado en la revista
Genome Research
en un artículo que puede ser consultado
aquí .
Una nueva polémica
"Independientemente
de cuán interesante pueda ser el análisis, es necesario tener en cuenta la
forma en que el cuerpo fue encontrado y tratado como mercancía", ha
subrayado el académico Gabriel León, de la Universidad Andrés Bello, en una
carta al director que ha publicado el diario chileno
El Mostrador.
A raíz de esta publicación, parte de la comunidad científica de Chile ha
denunciado que el análisis del ADN de la momia de Atacama que realizaron estos investigadores,
carece de base legal y sobrepasa los límites morales.
León ha explicado que el pueblo de La Noria —donde hace 15
años hallaron el diminuto esqueleto— es un sitio arqueológico constantemente
saqueado debido a que una leyenda indica que un sacerdote escondió un tesoro en
el siglo XIX. "Las excavaciones
alrededor de la iglesia son muy frecuentes" y así se desenterró en
2003 "una bolsa de tela atada con una cinta violeta" que contenía un
cuerpo de "una niña chilena que fue
exhumado, vendido, exhibido y analizado ilegalmente sin la menor consideración
por quienes la enterraron".
Este especialista ha hecho hincapié en que ese tipo de
comportamiento promueve el saqueo del patrimonio arqueológico de Chile, afirmando
que la comunidad científica de su país prepara una carta de queja que enviará
al editor de la revista
Genome Research —que publicó el estudio— con fin de volver a redactar ese controvertido artículo.
Como se puede apreciar, el pequeño esqueleto chileno sigue
siendo motivo de todo tipo de controversias. Tanto por su origen (humano o no)
como en lo referente al tratamiento dado a sus restos. Estaremos atentos al
siguiente paso de la polémica historia de Ata.
Fuentes: codigooculto.com, rt.com y agencias
Para saber más:
*
Estudio publicado en Genome Research
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Artículo sobre el estudio de Garry Nolan de 2012
*
Analysis of the Atacama humanoid alien
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Entrevista con Ramón Navia-Osorio, del IIEE
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Documental Sirius