La
noticia de la posible presencia de un cocodrilo en Pesqueruela (Valladolid) va
camino de convertirse en la serpiente de verano de este 2020, con permiso de la
pandemia, por supuesto.
Los
hechos son los siguientes. El pasado viernes, cinco de junio, un cocodrilo
parece haber sido visto por varios testigos-entre ellos, un biólogo- en la confluencia del rio Pisuerga y el Duero,
a la altura de la localidad de Pesqueruela, en la provincia de Valladolid.
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Fuente: 20minutos |
Rápidamente,
ante la posible gravedad del asunto, la Policía Local de Simancas, efectivos de
la Guardia Civil, del Servicio de Protección de la Naturaleza del instituto
armado (SEPRONA), miembros del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil
(GEAS), con la ayuda de varios biólogos, establecen un operativo de búsqueda del
animal cuya longitud se estima entre 1.5
y 3 metros. Un dron está siendo también utilizado en este área fluvial, aunque
la presencia de gran maleza en el lugar no ha permitido resultados positivos.
Por su
parte, el alcalde de Simancas, Alberto Plaza, indica que – por precaución- se
ha procedido a acordonar la zona donde se ha producido el avistamiento para
evitar el acceso al entorno mientras el operativo de seguridad busca al animal.
A la espera de que los efectivos hallen al ejemplar, el alcalde no ha
confirmado que se trate de un cocodrilo, aunque sí ha admitido que responde a
una especie "no habitual en la zona".
Ante la
situación generada por el avistamiento del cocodrilo, los alcaldes de las
poblaciones vallisoletanas de Tordesillas, San Miguel del Pino y Villamarciel
emitieron también sendos bandos municipales para alertar a la población de la
posible presencia del cocodrilo a las orillas del río.
"Peligro por la existencia de un cocodrilo en
la ribera del río Duero" se puede leer en el bando del alcalde de la
entidad local menor de Villamarciel, Francisco Luengo. Avisa además que el
animal, que puede haberse escapado de alguna vivienda cercana al río donde lo
tuvieran como mascota, "podría
resultar muy peligroso" para las personas, por lo que se ruega a la
población que, hasta su captura, extreme la precaución y no se acerquen al río,
especialmente pescadores y piragüistas. Con
estos bandos, la alarma empieza a extenderse entre los vecinos de la zona, como
es comprensible.
Huellas, un pez devorado…
El
citado biólogo declaró haber encontrado huellas y restos de un pez devorado.
Con estas pistas se especuló que podría tratarse de un cocodrilo del Nilo, una especie peligrosa,
aunque asustadiza. El diario El Norte de
Castilla informó el domingo que los expertos encontraron una zona que el
cocodrilo puede estar utilizando como nido.
Al
comienzo de la tarde de ayer lunes, el equipo de rastreo ofreció declaraciones
a los medios actualizando los datos. “Hemos
hecho una labor importante esta mañana junto a la Guardia Civil. Hemos hecho un
reconocimiento sobre el terreno y las orillas en los puntos donde se había supuestamente
avistado con el SEPRONA, y luego un reconocimiento más específico desde el
interior del agua con el GEAS. Esas labores conjuntas nos han permitido
localizar diversos indicios que no corresponden en ninguno de los casos a un
reptil de gran tamaño", comentó Fernando Gómez, jefe del Servicio de
Rastreo Forestal de la Asociación Chelonia.
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Supuestas huellas de cocodrilo encontradas en la ribera del rio |
"Los restos y aplastamientos que hay en la
zona correspondían a presencia y paso humano y las huellas no son de
diagnóstico y no se puede decidir a qué especie pertenecen”. En resumen, “No hemos encontrado nada, pero seguimos una
búsqueda activa. Aunque no encontramos ningún indicio de reptil grande, eso no
significa que no esté”, terminaba Gómez que afirmaba que el pez devorado lo
había sido por una nutria, con toda probabilidad.
Un nuevo
grupo de expertos en reptiles que trabaja para el Ministerio para la Transición
Ecológica y el Reto Demográfico también se sumó ayer a la búsqueda del cocodrilo,
según han informado fuentes de la Guardia Civil. Los
expertos pretenden rastrear la zona con precaución para evitar que el animal se
desplace fuera del área de unos cinco kilómetros en la que se considera que se
mantendrá, si no es molestado, para facilitar su captura.
Fuentes
de la Policía Local de Simancas explicaron ayer que los biólogos desplazados
hasta la zona han colocado unas trampas con carnaza en el río y las riberas
para ver si el animal las muerde para determinar para seguir su rastro.
¿Un cocodrilo? ¿En serio?
Además
de los detalles que se van conociendo según transcurre la búsqueda, María José
Luis -experta del Zoo de Madrid- comentó que las condiciones de habitabilidad
del cocodrilo del Nilo no son compatibles con las que se dan en la zona del
Pisuerga, ya que la temperatura del río es demasiado baja. Incluso en las últimas
horas se especula con la posibilidad de que se trate de una nutria lo que los
testigos han podido ver, confundiéndolo con el enorme reptil.
Por
tanto, parece poco probable que –en esta ocasión- la búsqueda sea un éxito porque
no se trata de la primera vez, ni mucho menos, que un cocodrilo parece haber
sido visto en nuestros ríos en las últimas décadas.
Recordemos,
por ejemplo, el sonado caso del supuesto cocodrilo avistado en el madrileño
pantano de Valmayor (2003) o el bizarro suceso que se produjo en 1998 en la ría
del parque Juan Carlos I de Madrid cuando algunos testigos afirmaron ver un
cocodrilo paseando entre las aguas artificiales de este parque.
Aunque
no hay que olvidar que en el año 2013,
en Mijas (Málaga) fue avistado y encontrado un cocodrilo del Nilo que había
también causado temor entre los vecinos de la zona. Esperaremos a ver los resultados
de la búsqueda del posible cocodrilo del Pisuerga…
Para saber más: