La organización WWF recoge, en un reciente informe, un
listado de animales que corren el peligro de desaparecer de nuestro país en las
próximas décadas. Continuando con la (mala) suerte del zebro o del bucardo,
especies como el oso pardo, el lince ibérico o el urogallo podrían tener los
días contados.
El lince ibérico es el ejemplo por excelencia de animal ibérico en peligro de extinción. El "último gran felino de Europa" ha sufrido una disminución alarmante en el número de ejemplares en los últimos 50 años. Se trata del felino más amenazado del planeta. En el primer censo realizado en la década de los 80 se contabilizaron 1.200 ejemplares repartidos por toda la península. En la actualidad, la destrucción de su hábitat, la disminución de la población de conejo y -en los últimos años- los atropellos, han supuesto la catalogación de la especie como "crítica". Los últimos censos han contabilizado sólo 300 ejemplares, la mayoría localizados en Sierra Morena y Doñana.
El oso pardo tampoco disfruta de una realidad mejor. En la
actualidad quedan en España unos 200 individuos, fundamentalmente en la
Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. La construcción de estaciones de esquí, las minas a cielo
abierto y las autovías han supuesto la destrucción de los bosques donde éstos
habitan, además del uso de cebos envenenados.
El urogallo, por su parte, es una de las especies más
amenazadas de España con solo 600 ejemplares en la actualidad, lo que supone
una reducción de su población a la mitad en las últimas dos décadas, según los
últimos censos publicados. La principal causa de su extinción es la deforestación de
los bosques y la destrucción de su hábitat así como el urbanismo que dificulta
su bajo vuelo. La caza indiscriminada es también otra de las amenazas a las que
el urogallo ha de enfrentarse.
La población de quebrantahuesos, otra especie amenazada, se
ha reducido a unos 300 ejemplares, diezmados por la electrocución en tendidos
eléctricos, la ingesta de tóxicos a través de cebos envenenados, el abatimiento
por disparos y la destrucción de su hábitat.
Por último, no queremos olvidar al ferreret, un anfibio endémico de las islas Baleares que sobrevive en Mallorca en un área de menos de 10km cuadrados, situado en la Sierra de Tramontana.
El ferretet, se encuentra en peligro de extinción debido a
la destrucción de los humedales, la introducción de depredadores por el hombre
y el cambio climático.
Y la lista continúa con la foca monje, el atún rojo, el controvertido
lobo, el águila imperial y muchos otros habitantes de nuestros cielos y
nuestros bosques…Como vemos, la sombra del tilacino continúa planeando sobre la
frágil biodiversidad española.
Fuente: ecoticias.com