Josep Huguet |
Así, las crueldades del popular Comte Arnau serían un buen reclamo para el turista de fuerte estómago o los condados de Guifré el Pilós podrían convertirse en ruta viajera o ver cómo nuestra querida Draga de Banyoles rivaliza con su prima escocesa por arrebatarle un puñado de turistas ávidos de misterios criptozoológicos.
Pero parece ser que la aplicación del citado Plan quedó en poco más que en buenas intenciones. ¿ Se imaginan -a semejanza de las localidades ribereñas del Loch Ness - un museo dedicado al plesiosurio catalán ? ¿ Barquitos llenos de veraneantes cámara en ristre para inmortalizar al escurridizo habitante ? ¿ Merchadising de todo tipo y condición marcando la moda veraniega de los pueblos de los alrededores ?
Sinceramente, no sabríamos a qué carta quedarnos... Pero la iniciativa sí encontró eco entre los estudiantes de Turismo de la Universidad Autónoma de Barcelona. Un grupo de ellos elaboró un documento destinado a potenciar la Oficina de Turismo del lago, utilizando el tirón de la popular Draga. Para ello, presentaron una serie de propuestas que incluían -entre otras - crear una actividad especial llamada La leyenda del monstruo de Banyoles, editar un tríptico narrando la historia y los posibles avistamientos del ser y preparar una audioguía contando el pavoroso accidente de 1913 en el que una lancha deportiva se hundió en el lago en extrañas circunstancias, dejando un alto número de muertos cuyos cadáveres nunca fueron recuperados.
Por último, se solicitaba la complicidad del sector hostelero de la zona, aportando la posibilidad de crear hoteles o - al menos - habitaciones temáticas sobre el monstruo y platos en los menús de los restaurantes con nombres relativos a la leyenda de la Draga.
Como vemos, una iniciativa a tener en cuenta como para ser resucitada en tiempos de crisis donde, cualquier idea de revitalización económica puede ser bienvenida, ¿ no creen ?
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