Nuestro amigo Francisco A. Martín nos informa sobre la historia que hoy os traemos al blog. Todo comienza con la publicación
en la prensa especializada del dibujo de un zebro el pasado 26 de agosto de
2015, ilustrando la noticia de que “un
animal similar a las cebras” vivió y se expandió por la Península ibérica
hasta que se extinguió, a finales del siglo XVI. (ver noticia aquí) y que un
equipo de la Universidad de Oviedo estaba recopilando información para ofrecer
una respuesta interdisciplinar sobre la identidad de ese misterioso animal.
Foto: Rafael Hernandez Mancha |
Tan sólo dos días después, el doctor en Geografía Física,
Rafael Hernández Mancha, profesor del instituto de Aracena (Huelva) reparara en
una burra de un ganadero vecino de su pueblo en la sierra, idéntica en el
aspecto físico a la del mencionado dibujo y que –para mayor pasmo- no rebuzna
como un burro, sino con el singular sonido que emite la cebra africana.
La posibilidad de estar ante un ejemplar con rasgos
genéticos de su ancestro salvaje, ha hecho que la Asociación Muruna (Mundo Rural Naturaleza) se interese por este
animal. Muruna trabaja con la True Nature Foundation de Holanda y la Asociación Paleolítico Vivo, en
Atapuerca (Burgos) en proyectos de asilvestrar vacas y caballos en zonas de
interés ecológico con el fin de recuperar grandes herbívoros en su nicho
ecológico, ante el declive de la ganadería extensiva.
Foto: Rafael Hernandez Mancha |
Benigno Varillas, Presidente de Muruna, comenta que “ahora se buscan más ejemplares, en Aracena o
en cualquier lugar de España y Portugal, de asnos que rebuznen como cebras y
tengas rayas en las patas. La idea es
cruzarlos con esta y otras hembras, y constituir manadas para su
asilvestramiento”.
“El actual modelo de
ganadería extensiva, que excluye las zonas marginales de peor acceso, provoca
la expansión del matorral, que acaba comiendo el fuego por falta de grandes
herbívoros. Un asno asilvestrado que cubra el nicho ecológico del zebro
completaría la cadena trófica de los proyectos piloto mencionados”, explica
Muruna.
Estos proyectos también colaboran con entidades que intentan
evitar la extinción del bisonte europeo y del caballo salvaje de Przewalski,
utilizando estos animales para completar el elenco de grandes herbívoros
salvajes que ayuden a revitalizar la economía rural de zonas marginales en
proceso de abandono y evitar que desaparezcan estas poblaciones de herbívoros.
Foto@: Rafael Hernandez Mancha |
Los últimos ejemplares del zebro habitaron en la provincia
de Albacete hasta el reinado de Felipe II,
en el siglo XVI. A mediados del
siglo XVIII se vuelve a mencionar al zebro en fuentes históricas y -desde entonces- se empieza
a tratar el enigma de su identificación.
Al igual que el asno, muchas razas rústicas autóctonas
ibéricas de vacas y caballos guardan las características genéticas de sus
antepasados y a partir de ellas podrían recuperarse unos animales salvajes que
controlen la vegetación a diente y por pisoteo, función esta última que sólo es
significativa en vacas, caballos y asnos, que alcanzan más peso que corzos y
ciervos.
Para saber más sobre este y otros proyectos de rewilding, visitad wildspain.org .
Fuente: wildspain.org
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