En 1.672, fue enviado por su familia a la población vizcaína de Las Arenas, a fin de que aprendiese el oficio de carpintero. Allí, Francisco continuó con su afición a la natación y era frecuente verle bañándose en la ria durante horas.
Un día de junio de 1.674, estando en el mar con otros compañeros, Francisco fue arrastrado por la fuerza de la corriente y no regresó, no hallándose su cuerpo.
Centro de Interpretación |
El rumor de que por aquellas aguas vagaba un raro animal se extendió por toda la zona rápidamente, llegándose a crear un artilugio hecho con redes para poder apresarlo. Al final, fue atrapado por unos asombrados pescadores que pudieron comprobar que el ser era -en realidad- un hombre, aunque bastante extraño.
Era corpulento, medía cerca de un metro ochenta, con la tez pálida y el cabello pelirrojo. Además, una línea de escamas muy parecidas a la de los peces le recorría el tronco y otra, igual, por toda la espalda. Para mayor pasmo de sus captores, sus dedos estaban unidos por una especie de membrana de color pardo.
Escultura del Hombre Pez |
A pesar de este comportamiento, allí se quedó y estuvo varios años en la vivienda, aunque ya no volvió a ser el mismo. No hablaba, sólo comía pescado y carne cruda y dormía boca abajo en el suelo.
Una tarde de 1.682 marchó de nuevo hasta las aguas del río Miera y, aunque fueron varias las personas que trataron de impedírselo, el "hombre pez" se sumergió en el agua para no volver jamás.
Fray Benito Jerónimo Feijoo |
Lo que hoy proponemos es una visita al Centro de Interpretación del Hombre Pez existente en Liérganes. El museo - inaugurado en 2009 -se encuentra ubicado en un molino del siglo XVII que ha sido rehabilitado, el Molino del Mercadillo. Fue construido en 1667 por Diego de la Rañada Rubalcaba, secretario de la Inquisición, y adquirido posteriormente por una familia de la localidad que lo cedió al Ayuntamiento de Liérganes para que se le diese un uso cultural.
Por un euro, podemos visitar este molino harinero de dos plantas donde se guardan cuatro ruedas para moler y el mecanismo industrial, recuperado y cubierto con una mampara de cristal. El museo ofrece audiovisuales, dioramas y distintos documentos sobre su ilustre vecino. El conjunto se completa con un paseo junto al río dedicado a Francisco Casar de la Vega y una escultura del artista Juan Anievas, que representa al Hombre Pez en su juventud, y se ubica en el exterior del molino, cerca del río. En total, la inversión alcanzó los 60.000 €.
Con las vacaciones de Semana Santa tan cerca, una visita a Liérganes para conocer un poco mejor la historia de nuestro protagonista de hoy , puede ser una buena idea...
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