miércoles, 2 de marzo de 2011

Pronto serán críptidos... si no hacemos algo.

En las páginas de Criptozoología en España ya hemos tenido la triste ocasión de hablar del bucardo. La extinta especie de cabra pirenaica desapareció de nuestros montes en 2000 y pasó a convertirse - en contra de su voluntad -  en un críptido al más puro estilo del tylacino australiano o, dejando volar un poco más la imaginación, del mamut de las estepas siberianas.

Urogallo
Ahora, el oso pardo, el milano real, el urogallo cantábrico, el arao común, la foca monje del Mediterráneo, el quebrantahuesos y el sapo partero son algunos de los animales que pueden convertirse en nuevos críptidos, al engrosar el catálogo editado por el Ministerio de Medio Ambiente de especies en peligro de extinción.

Así consta en el Real Decreto para el desarrollo del listado de Especies Silvestres en régimen de Protección especial y del Catálogo Español de Especies amenazadas, publicado el pasado 23 de febrero en el Boletín Oficial del Estado. El Decreto establece que las especies incluidas en el listado serán objeto de un seguimiento especifico por las comunidades autónomas para evaluar periódicamente su estado de conservación.

Las especies amenazadas que aparecen en el mismo deberán estar incluidas en la categoría de peligro de extinción, cuando su supervivencia es poco probable, o en la categoría de vulnerables, cuando se trata de una especie que corre el riesgo de pasar a la categoría anterior.

Para el caso de las especies en peligro de extinción, la evaluación que deberán llevar a cabo las corpòraciones regionales deberá incluir información sobre los cambios en su área de distribución, la dinámica y viabilidad poblacional, la situación del hábitat y la evaluación de factores de riesgo, entre otros.

Lince ibérico
Además de los citados animales, la lista cataloga también como en peligro de extinción a la ballena franca glacial (o vasca), el visón europeo,  el lince ibérico, la foca monje del Mediterráneo, el murciélago patudo, el desmán ibérico, el alcaudón, el escribano palustre o el pinzón azul.

En peligro de extinción están asimismo el zarapito real, la avutarda hubara, el alimoche canario, el águila imperial ibérica, el porrón, el lagarto gigante de Gran Canaria e incluso  la libélula. Demasiadas especies a punto de desaparecer...

El texto completo del Real Decreto puede ser consultado aquí.

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