Nuestro colaborador, el biólogo Jorge Hernández Carbonell,
nos pone tras la pista de esta interesante noticia, en la que dos equipos de
investigadores, en los que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN),
han descubierto dos nuevas especies de anfibios en la Península Ibérica.
Se trata del tritón ibérico meridional (Lissotriton maltzani) y el sapo partero mediterráneo (Alytes almogavarii).
Ambas son especies 'crípticas',
cuyo aspecto externo es muy similar al de otras con las que están emparentadas
y presentan problemas de conservación por lo que aconsejan su inclusión en el
catálogo de especies amenazadas.
Los análisis moleculares han mostrado, sin
embargo, la existencia de importantes diferencias genéticas que avalan su
reconocimiento como especies diferentes, según ha informado el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC).
"La península
ibérica es una de las áreas con mayor diversidad de especies de anfibios
en toda Europa por su compleja historia geológica y por la larga historia
evolutiva de los anfibios en la región, bien ilustrada por un importante
registro fósil", según ha explicado el investigador del MNCN Íñigo
Martínez Solano. “La diversidad
topográfica y climática de la península han sido el motor de numerosos procesos
de aislamiento de diferentes especies animales y vegetales cuya evolución
independiente ha dado lugar a la formación de especies endémicas”,
continúa.
Lissotriton maltzani |
Existe más de una decena de especies de anfibios que solo pueden encontrarse en la península, entre ellas la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica), el tritón ibérico (Lissotriton boscai), el sapo partero bético (Alytes dickhilleni) o la rana pirenaica (Rana pyrenaica).
Según ha explicado Martínez Solano, "los anfibios se caracterizan porque, en
general, su morfología evoluciona muy lentamente, de manera que, aunque a
lo largo de su historia como especies independientes acumulen diferencias
genéticas con respecto a especies emparentadas, su aspecto general se
mantiene bastante similar".
En este sentido, el investigador ha resaltado la importancia
de aplicar marcadores moleculares al estudio de la historia evolutiva que
"ha revelado la existencia de
especies que habían pasado desapercibidas anteriormente", explica
Martínez-Solano.
Alytes obstericans almogavarii |
Los análisis con datos genómicos de las zonas donde entran
en contacto grupos bien diferenciados de estas especies permiten conocer cómo
se mantienen separadas. En general, especies bien diferenciadas muestran zonas
de hibridación de pocos kilómetros de ancho, lo que evidencia que existe
aislamiento reproductivo entre ellas, es decir, que no se reproducen entre sí
o, cuando lo hacen, la descendencia es infértil. Por el contrario, la
existencia de zonas de hibridación amplias (decenas o cientos de kilómetros)
indica que no existen barreras a la hibridación y que el proceso de formación
de nuevas especies no se ha completado.
Los estudios moleculares han mostrado que existen zonas
híbridas estrechas entre estas dos nuevas especies y otras emparentadas, pero,
tanto en el caso del tritón ibérico meridional como en el del sapo partero
mediterráneo, las diferencias genéticas son importantes y muestran la
existencia de barreras frente a la hibridación, lo que apoya su reconocimiento
como especies independientes.
“Nuevamente nos
encontramos ante dos especies que presentan áreas de distribución relativamente
pequeñas y fragmentadas que afrontan los mismos problemas de conservación que
sus especies más próximas, es decir, la destrucción de sus hábitats terrestres
y acuáticos, la introducción de especies depredadoras como peces y cangrejos en
las charcas donde se reproducen, o la aparición de enfermedades infecciosas
emergentes como la quitridiomicosis o la ranavirosis, entre otras”, apunta
Martínez Solano. “Ahora que sabemos que están ahí, es importante tenerlas en
cuenta en futuras actualizaciones de los catálogos de especies amenazadas y
adoptar medidas para mejorar el estado de conservación de sus poblaciones”,
concluye el investigador.
Puedes leer el estudio completo en este enlace
Fuente: mncn.csic.es
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