miércoles, 20 de diciembre de 2017

Gustavo Sánchez, tras la pista del hombre salvaje de Kirguistán



Gustavo Sánchez lleva buena parte de su vida dedicado a estudiar la Naturaleza. Así, con mayúsculas. Tanto en su faceta investigadora como biólogo como en la de criptozoólogo, siempre se maneja en los parámetros más apegados al método científico. Ha cumplido más de una década ejerciendo de buscador de criaturas imposibles. Desde monstruos lacustres, fenómeno del que es una reconocida autoridad, hasta homínidos reliquia en cualquier recóndito lugar del mundo. Precisamente, esta última búsqueda le ha llevado a recorrer varias antiguas repúblicas ex soviéticas ante la posibilidad de que una raza desconocida de hombres salvajes perviva en una de las regiones más extensas e inexploradas de nuestro planeta.

De la mano de Gustavo, nos trasladamos a un territorio inexplorado que empieza, en el norte, en Rusia y los montes Altai, pasando por Kirguistán y las montañas Tien Shan y Alai, conectando al sur con Tayikistán, con los montes Pamir, para continuar hasta el Karakorum y la cordillera del Himalaya. Una región casi inexplorada de más de un millón de kilómetros cuadrados en la que casi todo puede suceder.

De Tenerife a la antigua URSS

El investigador canario lleva residiendo  y trabajando en Kirguistán desde hace casi un año. Como él mismo explica, “me pareció el momento idóneo para dar el salto a una región del planeta que me atraía poderosamente desde hacía años. Contacté con varias ONGs, como la Fundación para la Protección del Leopardo de las Nieves de Kirguistán, y aceptaron que participara en sus proyectos medioambientales, relacionados principalmente con manejo de fauna salvaje (leopardos, íbices siberianos y aves) y eco-educación.”

Gustavo Sánchez con un gran cráneo de Argali de Marco Polo,
en la estepa de Murgab, Pamir del Este, Tayikistán.

El leopardo de las nieves (Panthera uncia) cuenta – a nivel mundial- con unos 3500-7000 ejemplares y, en territorio kirguizo, habitan entre 200 y 500 de ellos. Los leopardos de Kirguistán viven principalmente en las montañas Tien Shan del este y centrales, un hábitat ideal para la especie, donde hay varios picos que superan los 7.000 metros de altitud. Se trata de un área de más de 100.000 km2 donde apenas vive nadie y que cuenta con una gran abundancia de presas naturales, concretamente Argalis Marco Polo (Ovis ammon polii) la oveja salvaje más grande del planeta, e Íbices euroasiáticos (Capra sibirica), la mayor cabra montés del mundo en libertad. El leopardo solo puede sobrevivir donde hay una gran densidad de estas dos especies de ungulados de alta montaña, su principal aporte nutritivo.

Además, durante este período, Sánchez ha realizado labores para el Instituto de Ecología y Estudios Regionales como guía en rutas zoológicas para estudiantes internacionales. Con esta institución –además- va a publicar un libro sobre los mamíferos de Kirguistán, donde se encargará de los textos en inglés y de las ilustraciones, a modo de guía de campo. Por otra parte, junto a la Academia de las Ciencias también ha realizado censos de animales salvajes (principalmente Argalis Marco Polo en Tien Shan) y ha preparado diversos artículos de divulgación para el departamento de Caza perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente.

Como podemos apreciar, Sánchez es un científico de primer nivel que conoce a la perfección la fauna de las zonas que estudia y que no pierde el tiempo, ni mucho menos, optimizando recursos y tiempo de una manera magistral. Parte de ese tiempo, por cierto, lo ha utilizado para investigar en uno de los campos que le apasiona y del que es un experto a nivel internacional, la criptozoología, el estudio de especies animales extrañas a la Ciencia oficial. Para los aficionados a la parte más oculta de la Naturaleza, nuestro biólogo no necesita presentación.

Buscando al hombre salvaje

Gustavo ha vuelto a España en estas fechas para una corta estancia aunque con el compromiso de regresar -en las próximas semanas- a aquellas lejanas tierras. Durante su permanencia en  Kirguistán ha tenido la oportunidad de viajar a diferentes regiones montañosas y forestales de la provincia de Chui, Naryn e Issik Kul, las más salvajes del país, en busca de evidencias y testimonios de la existencia del hombre salvaje en esta región. Además, ha visitado durante dos semanas el Pamir del Este, en Tayikistán, donde ha recopilado numerosas entrevistas e información sobre el hombre salvaje, denominado en la zona Ksy Giik o Kar Adam (literalmente,  Hombre Salvaje o de las Nieves).
 

De entre el mucho material que ha podido acumular,  son especialmente interesantes varias descripciones de primera mano, donde expertos cazadores y rastreadores locales hablan de seres tipo yeti, de gran tamaño, un cruce entre un humano y un primate, una criatura muy fornida, peluda y bípeda. Se trata de relatos proporcionados por testigos honestos, muy familiarizados con los grandes vertebrados locales, animales a los que conocen a la perfección y de los que dependen para su supervivencia.

“El mejor avistamiento se dio en Kazarman, Naryn”, relata nuestro investigador, “estando el testigo  a menos de 200 metros. La descripción del ser divisado no podía compararse con un oso. En el valle de Koiluu y Shamshy, Kirguistán, he obtenido fotos de huellas anómalas de gran tamaño, tipo bigfoot. Hemos rastreado una extraña cinta de video de 1999 donde guardas del servicio de fronteras kirguiz filman grandes huellas similares a las anteriores.”

No se trata de osos, desde luego, pues los testigos saben identificar  a la perfección la fauna que les rodea. La reciente polémica por la publicación de un estudio liderado por la bióloga Charlotte Lundqvist (de la Universidad de Búfalo), en el que identifica los restos analizados de supuestos yetis como pertenecientes a osos locales, pierde valor cuando uno se encuentra ante testimonios de este tipo en medio de la vastedad inexplorada que le rodea. Si hay algún lugar del mundo en el que un homínido desconocido pueda guarecerse, ese es –sin duda-este increíble conjunto de valles y montañas. Queda en el aire la respuesta a la pregunta del millón. ¿Qué llevan viendo desde hace décadas los cazadores kirguises?

Además de Kirguistán, Gustavo Sánchez  pudo visitar la vecina república de Tayikistán, donde también entrevistó a cazadores locales, recorriendo diversos valles de donde proceden múltiples avistamientos del Golub Yavan, otro de los nombres locales para referirse al yeti. “He recopilado y mapeado en Google Earth más de 60 casos para Kirguistan, y otros tantos en Tayikistán. Es una especie de base de datos cronológica y por regiones geográficas que, curiosamente, casan de manera idéntica con el área de distribución del oso pardo de las Tien Shan (Ursus arctos isabellinus) ecológicamente análogo al yeti centro asiático.”, explica Gustavo.

Planes de futuro

Como hemos mencionado, el proyecto inmediato de Sánchez es regresar a la república Kirguiza para continuar con su investigación de campo. Va a iniciar los preparativos para organizar una expedición de aproximadamente veinte días de duración (en la próxima primavera o verano) a distintas zonas calientes en avistamientos ocurridos en las provincias de Naryn e Issik Kul. Seguramente, lo hará acompañado de personal de Nomad´s Land y del Centro de Zoología Forteana (CFZ) radicado en Reino Unido. Incluso el Dr. Jeff Meldrum, reconocido experto mundial en bigfoot y profesor de anatomía y antropología de la Universidad estatal de Idaho, podría acompañarles en tan interesante exploración.

El investigador junto a personal de Nomad´s Land y un guía
local de Naryn, territorio del hombre salvaje en Kirguistán

Gustavo Sánchez nos comenta que “hay pendiente un libro – que puede editar el CFZ- en el que se expondrán todos mis hallazgos. Contendrá muchos casos extraídos de los archivos soviéticos, así como importantes novedades y análisis, por ejemplo, de muestras de pelo desconocidas hasta el momento, y asociadas a primates misteriosos, provenientes del Pamir. También publicaré en la revista Enigmas la segunda parte de un artículo, cuya primera entrega -un extenso artículo introductorio sobre el Hombre Salvaje centroasiático-  apareció en el número de septiembre pasado.”

Además de su labor criptozoológica, Gustavo continuará con sus estudios sobre mamíferos tanto en Kirguistán como en Tayikistán, país donde planea llevar a cabo un estudio de monitoreo y conservación del Argali de Marco Polo. Lo dicho… no pierde el tiempo. Suerte y buena investigación.

Fotos e imágenes: Gustavo Sánchez Romero


Gustavo Sánchez Romero estudia Ciencias Biológicas especializándose en Zoología y Museología, alternando proyectos sobre manejo de fauna y conservación, tanto en estado salvaje como en cautiverio, con estudios ecológicos y de campo, principalmente en Sudamérica y Asia Central. Además, se interesa desde muy temprano en todo lo relacionado con los animales legendarios, la fauna anómala y la criptozoología. Su opera prima, “Monstruos Acuáticos, desde el Lago Ness al Okanagan” (Benchomo, Tenerife, 2006) fue seguido por el “Gran Libro de la Criptozoología” (EDAF, Madrid, 2008) coescrito junto a sus compañeros del espacio radiofónico Crónicas de San Borondón, José Gregorio González y David Heylen, y el monográfico sobre la bestia de Gevaudan en inglés, “Beast: Werewolves, Serial Killers, and Man-Eaters: The Mystery of the Monsters of the Gévaudan” (Skyhorse, New York, 2016). Articulista de revistas como Enigmas o Mas Allá, ha escrito más de un centenar de artículos y monográficos sobre animales misteriosos, vida salvaje y zoología.



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