Gustavo Sánchez lleva buena parte de su vida dedicado a
estudiar la Naturaleza. Así, con mayúsculas. Tanto en su faceta investigadora
como biólogo como en la de criptozoólogo, siempre se maneja en los parámetros
más apegados al método científico. Ha cumplido más de una década ejerciendo de
buscador de criaturas imposibles. Desde monstruos lacustres, fenómeno del que
es una reconocida autoridad, hasta homínidos reliquia en cualquier recóndito lugar
del mundo. Precisamente, esta última búsqueda le ha llevado a recorrer varias
antiguas repúblicas ex soviéticas ante la posibilidad de que una raza
desconocida de hombres salvajes perviva en una de las regiones más extensas e
inexploradas de nuestro planeta.
De la mano de Gustavo, nos trasladamos a un territorio
inexplorado que empieza, en el norte, en Rusia y los montes Altai, pasando por
Kirguistán y las montañas Tien Shan y Alai, conectando al sur con Tayikistán,
con los montes Pamir, para continuar hasta el Karakorum y la cordillera del
Himalaya. Una región casi inexplorada de más de un millón de kilómetros
cuadrados en la que casi todo puede suceder.
De Tenerife a la
antigua URSS
El investigador canario lleva residiendo y trabajando en Kirguistán desde hace casi un
año. Como él mismo explica, “me pareció
el momento idóneo para dar el salto a una región del planeta que me atraía
poderosamente desde hacía años. Contacté con varias ONGs, como la Fundación
para la Protección del Leopardo de las Nieves de Kirguistán, y aceptaron que
participara en sus proyectos medioambientales, relacionados principalmente con
manejo de fauna salvaje (leopardos, íbices siberianos y aves) y eco-educación.”
Gustavo Sánchez con un gran cráneo de Argali de Marco Polo, en la estepa de Murgab, Pamir del Este, Tayikistán. |
El leopardo de las nieves (Panthera uncia) cuenta – a nivel mundial-
con unos 3500-7000 ejemplares y, en territorio kirguizo, habitan entre 200 y
500 de ellos. Los leopardos de Kirguistán viven principalmente en las montañas
Tien Shan del este y centrales, un hábitat ideal para la especie, donde hay
varios picos que superan los 7.000 metros de altitud. Se trata de un área de
más de 100.000 km2 donde apenas vive nadie y que cuenta con una gran
abundancia de presas naturales, concretamente Argalis Marco Polo (Ovis ammon polii) la oveja salvaje más
grande del planeta, e Íbices euroasiáticos (Capra
sibirica), la mayor cabra montés del mundo en libertad. El leopardo solo puede
sobrevivir donde hay una gran densidad de estas dos especies de ungulados de
alta montaña, su principal aporte nutritivo.
Además, durante este período, Sánchez ha realizado labores
para el Instituto de Ecología y Estudios Regionales como guía en rutas
zoológicas para estudiantes internacionales. Con esta institución –además- va a
publicar un libro sobre los mamíferos de Kirguistán, donde se encargará de los
textos en inglés y de las ilustraciones, a modo de guía de campo. Por otra
parte, junto a la Academia de las Ciencias también ha realizado censos de
animales salvajes (principalmente Argalis Marco Polo en Tien Shan) y ha
preparado diversos artículos de divulgación para el departamento de Caza perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente.
Como podemos apreciar, Sánchez es un científico de primer
nivel que conoce a la perfección la fauna de las zonas que estudia y que no
pierde el tiempo, ni mucho menos, optimizando recursos y tiempo de una manera
magistral. Parte de ese tiempo, por cierto, lo ha utilizado para investigar en
uno de los campos que le apasiona y del que es un experto a nivel
internacional, la criptozoología, el estudio de especies animales extrañas a la
Ciencia oficial. Para los aficionados a la parte más oculta de la Naturaleza,
nuestro biólogo no necesita presentación.
Buscando al hombre
salvaje
Gustavo ha vuelto a España en
estas fechas para una corta estancia aunque con el compromiso de regresar -en
las próximas semanas- a aquellas lejanas tierras. Durante su permanencia
en Kirguistán ha tenido la oportunidad
de viajar a diferentes regiones montañosas y forestales de la provincia de
Chui, Naryn e Issik Kul, las más salvajes del país, en busca de evidencias y
testimonios de la existencia del hombre salvaje en esta región. Además, ha
visitado durante dos semanas el Pamir del Este, en Tayikistán, donde ha
recopilado numerosas entrevistas e información sobre el hombre salvaje,
denominado en la zona Ksy Giik o Kar Adam (literalmente, Hombre Salvaje o de las Nieves).
De entre el mucho material que ha
podido acumular, son especialmente
interesantes varias descripciones de primera mano, donde expertos
cazadores y rastreadores locales hablan de seres tipo yeti, de gran tamaño, un
cruce entre un humano y un primate, una criatura muy fornida, peluda y bípeda. Se trata de relatos proporcionados por testigos
honestos, muy familiarizados con los grandes vertebrados locales, animales a los que conocen a la perfección y de los que dependen
para su supervivencia.
“El mejor avistamiento
se dio en Kazarman, Naryn”, relata nuestro investigador, “estando el testigo a menos de
200 metros. La descripción del ser divisado no podía compararse con un oso. En
el valle de Koiluu y Shamshy, Kirguistán, he obtenido fotos de huellas anómalas
de gran tamaño, tipo bigfoot. Hemos rastreado una extraña cinta de video de
1999 donde guardas del servicio de fronteras kirguiz filman grandes huellas
similares a las anteriores.”
No se trata de osos, desde luego, pues los testigos saben
identificar a la perfección la fauna que
les rodea. La reciente polémica por la publicación de un estudio liderado por
la bióloga Charlotte Lundqvist (de la Universidad de Búfalo), en el que
identifica los restos analizados de supuestos yetis como pertenecientes a osos
locales, pierde valor cuando uno se encuentra ante testimonios de este tipo en
medio de la vastedad inexplorada que le rodea. Si hay algún lugar del mundo en
el que un homínido desconocido pueda guarecerse, ese es –sin duda-este
increíble conjunto de valles y montañas. Queda en el aire la respuesta a la
pregunta del millón. ¿Qué llevan viendo desde hace décadas los cazadores
kirguises?
Además de Kirguistán, Gustavo Sánchez pudo visitar la vecina república de
Tayikistán, donde también entrevistó a cazadores locales, recorriendo diversos
valles de donde proceden múltiples avistamientos del Golub Yavan, otro de los nombres locales para referirse al yeti. “He recopilado y mapeado en Google Earth más
de 60 casos para Kirguistan, y otros tantos en Tayikistán. Es una especie de
base de datos cronológica y por regiones geográficas que, curiosamente, casan
de manera idéntica con el área de distribución del oso pardo de las Tien Shan
(Ursus arctos isabellinus) ecológicamente análogo al yeti centro asiático.”,
explica Gustavo.
Planes de futuro
Como hemos mencionado, el proyecto inmediato de Sánchez es
regresar a la república Kirguiza para continuar con su investigación de campo. Va a
iniciar los preparativos para organizar una expedición de aproximadamente
veinte días de duración (en la próxima primavera o verano) a distintas zonas calientes en avistamientos ocurridos
en las provincias de Naryn e Issik Kul. Seguramente, lo hará acompañado de
personal de Nomad´s Land y del Centro
de Zoología Forteana (CFZ) radicado en Reino Unido. Incluso el Dr. Jeff
Meldrum, reconocido experto mundial en bigfoot y profesor de anatomía y
antropología de la Universidad estatal de Idaho, podría acompañarles en tan
interesante exploración.
El investigador junto a personal de Nomad´s Land y un guía local de Naryn, territorio del hombre salvaje en Kirguistán |
Gustavo Sánchez nos comenta que “hay pendiente un libro – que puede editar el CFZ- en el que se expondrán
todos mis hallazgos. Contendrá muchos casos extraídos de los archivos
soviéticos, así como importantes novedades y análisis, por ejemplo, de muestras
de pelo desconocidas hasta el momento, y asociadas a primates misteriosos, provenientes
del Pamir. También publicaré en la revista Enigmas la segunda parte de un
artículo, cuya primera entrega -un extenso artículo introductorio sobre el
Hombre Salvaje centroasiático- apareció en el número de septiembre pasado.”
Además de su labor criptozoológica, Gustavo continuará con
sus estudios sobre mamíferos tanto en Kirguistán como en Tayikistán, país donde
planea llevar a cabo un estudio de monitoreo y conservación del Argali de Marco
Polo. Lo dicho… no pierde el tiempo. Suerte y buena investigación.
Fotos e imágenes: Gustavo Sánchez Romero
Gustavo Sánchez Romero estudia Ciencias Biológicas especializándose en
Zoología y Museología, alternando proyectos sobre manejo de fauna y
conservación, tanto en estado salvaje como en cautiverio, con estudios
ecológicos y de campo, principalmente en Sudamérica y Asia Central. Además, se
interesa desde muy temprano en todo lo relacionado con los animales
legendarios, la fauna anómala y la criptozoología. Su opera prima, “Monstruos
Acuáticos, desde el Lago Ness al Okanagan” (Benchomo, Tenerife, 2006) fue
seguido por el “Gran Libro de la Criptozoología” (EDAF, Madrid, 2008) coescrito
junto a sus compañeros del espacio radiofónico Crónicas de San Borondón, José
Gregorio González y David Heylen, y el monográfico sobre la bestia de Gevaudan
en inglés, “Beast: Werewolves, Serial Killers, and Man-Eaters: The Mystery of
the Monsters of the Gévaudan” (Skyhorse, New York, 2016). Articulista de
revistas como Enigmas o Mas Allá, ha escrito más de un centenar de artículos y
monográficos sobre animales misteriosos, vida salvaje y zoología.
Para saber más:
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