Por primera vez, un estudio realizado por investigadores del Observatorio Marino de Asturias de la Universidad de Oviedo concluye que en el gran valle submarino asturiano los calamares gigantes forman parte de la cadena trófica de dicho ecosistema.
El trabajo, publicado en la revista Ecology, describe cómo los investigadores han logrado estimar
simultáneamente la masa corporal y el nivel trófico en 897 ejemplares de
diversas especies de animales recogidos en el Cañón de Avilés, con el objetivo
de analizar el 15N, un isótopo estable del nitrógeno que se acumula en los
tejidos con cada transferencia entre depredador y presa. Es decir, cuanto más
alta es la proporción de 15N en el cuerpo de un animal, más alta es su posición
trófica.
Gráfico sobre la cadena trófica del Cañón de Avilés. (Foto: Sonia y Nadia Romero) |
El análisis abarca desde minúsculos crustáceos que se
alimentan de microalgas hasta los grandes calamares gigantes y cetáceos
característicos de este ecosistema, pasando por diversos peces, aves,
equinodermos y otros taxones que habitan el fondo y la columna de agua.
De este modo, los expertos han cubierto un rango de pesos
corporales de 11 órdenes de magnitud y han confirmado que los cachalotes se
encuentran en la cúspide de la cadena trófica, seguidos de cerca por calamares
gigantes y estrellas de mar. La investigación revela que en el gran valle
submarino de la costa asturiana los depredadores pesan entre 1.000 y 4.000
veces más que sus presas.
Para conocer un poco más, os recomendamos ver el siguiente
reportaje sobre este estudio:
Referencia bibliográfica:
Referencia bibliográfica:
Sonia Romero-Romero, Axayacatl Molina-Ramírez, Juan Höfer,
José Luis Acuña. "Body
size-based trophic structure of a deep marine ecosystem" Ecology 97(1):
171–181 enero de 2016.
Fuente:
Universidad de Oviedo
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