Fue precisamente una obra suya la que se considera como el pistoletazo de salida del moderno estudio de los animales ocultos. Tras la pista de los animales desconocidos, publicado en 1955, se convirtíó en un pequeño best-seller tanto por la novedosa temática que abordaba como por el tratamiento ameno que hacía del asunto.
A partir de ahí vendrían multitud de conferencias, artículos y libros, fundando incluso la Sociedad Criptozoológica Internacional en 1982, de la que fue su primer presidente. Investigador infatigable, tuvo el noble gesto de legar -poco antes de su muerte - miles de documentos y objetos de su propiedad al Museo de Zoología de Lausana, en Suiza.
Gracias a él, y probablemente a otro de los pioneros como fue el norteamericano Iván T. Sanderson, la criptozoología atraviesa la que puede considerarse como su mejor etapa de difusión e investigación a nivel internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario