Casar de Cáceres, agosto de 1900. La protagonista del fenómeno es una niña de unos ocho o diez años. Afirma que -cada noche- un horrible monstruo le visita, le destroza la ropa y le muerde las uñas de los pies. La niña describe al ser con forma de culebra, cabeza de perro, orejas tiesas y puntiagudas, con un solo ojo y con una banda negra sobre el lomo, con una estrella en medio.
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Publio Hurtado |
El caso nos lo refiere el cronista Publio Hurtado ( 1850-1929 ) en su obra
Supersticiones extremeñas ( 1902 ) en la que afirma que a la testigo se le hicieron toda clase de pruebas médicas para confirmar su estado de salud mental ( al menos, las que podían hacerse en aquella época ) y de todas ellas salió con un resultado satisfactorio. Es decir..., !! sus vecinos creyeron el relato a pies juntillas !! La niña en cuestión debía tener un gran poder persuasivo o gozar de muy buena reputación en el pueblo, a pesar de su corta edad.
En todo caso, el ser al que hacemos referencia no deja de ser original dentro de la casuística dedicada a los críptidos... Un ser biológicamente imposible ( al menos, para nuestro conocimiento ) que bien parece extraído de un Bestiario medieval.
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