La araña, llamada Cheiracanthium
ilicis, fue hallada por Eduardo Morano, de la Universidad de
Castilla-La Mancha, y Raúl Bonal, de la Universidad de Extremadura,
quienes han publicado un artículo sobre este descubrimiento en la revista Zookeys.
Ejemplar inmaduro |
Ambos encontraron la nueva especie en árboles solitarios que
bordean los campos de cereales del centro de España, principalmente encinas (Quercus
ilex), que quedan fuera de los antiguos bosques de roble que una vez
cubrieron la Península Ibérica y que se han ido despejando desde hace siglos.
Un muestreo sistemático reveló que la araña recién
descubierta tiene una preferencia exclusiva por encinas, ya que todos los
individuos estaban en troncos y ramas de estos árboles. Por ello se
bautizó al nuevo animal empleando el nombre científico de este árbol (ilicis).
Macho adulto |
Las arañas inmaduras descubiertas miden aproximadamente un
centímetro de longitud y tienen una coloración verdosa que imita a los nuevos
brotes de roble. Estos artrópodos tienen piezas bucales proporcionalmente
grandes en comparación con otras especies de su género, como la araña Cheiracanthium mildei, que tienen dientes que pueden penetrar la piel humana, aunque con efectos suaves por el tipo de veneno que emiten.
Desde una perspectiva de conservación, el estudio de Morano
y Bonal plantea la necesidad de preservar
los árboles aislados en paisajes agrícolas porque no sólo son un
refugio para los organismos forestales comunes, sino también para nuevas
especies aún por descubrir.
Fotos: Eduardo Morano y Raúl Bernal
Fuente: Servimedia
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