El temporal marítimo de las últimas horas ha provocado olas
de hasta nueve metros en la costa asturiana, causando numerosos daños en el
litoral del Principado y destrozando las instalaciones del Museo del Calamar
Gigante, situado en Luarca.
La pleamar de las seis de la mañana del domingo provocó la
mayor intensidad de las olas que han dejado un reguero de daños en las
principales localidades costeras de la región y que han afectado especialmente
a poblaciones como Luarca, Luanco, Candás, Cudillero o Ribadesella.
En Luarca, las dependencias del Museo del Calamar Gigante -
que gestiona la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies
Marinas (CEPESMA) - se encuentran "completamente
destrozadas" en sus dos primeras plantas, según ha señalado su
presidente, Luis Laria.
Las olas se han llevado por delante cristales, puertas,
escaleras e incluso parte del techo de la primera planta
del edificio. Los
ejemplares expuestos han sido arrastrados por el agua y han quedado esparcidos
por el pueblo o flotando en el mar.
Estos daños superan con crecen los dos anteriores por idéntico
motivo, lo que lleva a Laria a decir que esto puede suponer el fin definitivo
de CEPESMA. Lamenta que las advertencias previas y posteriores a la obra no
tuvieran la respuesta de las autoridades correspondientes para subsanar los
defectos de la estructura. Culpa directamente al arquitecto que diseñó el
mismo, al poner ladrillos simples con un “buque”
con la proa puesta a la mar.
Laria ha señalado que los daños en la infraestructura del
inmueble son muy cuantiosos y ha cifrado en dos millones de euros el valor de
los contenidos museísticos afectados, dado que esta instalación albergaba una
de las mejores colecciones de calamares gigantes que se exponen en todo el
mundo.
3 comentarios:
Cómo se puede ser responsable de custodiar una colección de semejante importancia y ubicarla en un sitio que implica tanto riesgo...No se si me da más pena, mas rabia o más vergüenza.
No seré yo quien haga de defensor de nadie, pero me gustaría aportar algún detalle al asunto.
Hay que conocer la historia de este museo, sus dificultades para mantenerse, sus distintas (y precarias) ubicaciones y el estar siempre a expensas de las subvenciones públicas y de algún inversor privado para mantener algo tan gravoso.
Conocido esto, cuando llegó la posibilidad de ubicarlo en su sede actual ( y definitiva, por fin)se pensó que era la mejor solución, entre otras cosas porque los ejemplares estaban literalmente pudriéndose en su anterior lugar de almacenamiento.
La ubicación seguramente no es la idónea para evitar los embates del mar pero -en su momento- la alternativa era la desaparición de la colección...
Siento enormemente esta catástrofe pero, creo, que no es momento de culpar a nadie sino de echar una mano e intentar recuperar lo que quede, ubicarlo en un lugar más seguro y volver a tener un Museo dedicado a uno de los seres más enigmáticos de nuestros mares.
Gracias por tus comentarios y por leer nuestro blog. Un abrazo.
Y ahora asaltado por vándalos y ladrones
http://www.elcomercio.es/20140210/asturias/occidente/museo-calamar-primero-destrozado-201402102131.html
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