Muchos de nuestros amigos están disfrutando ya de un merecido descanso estival. Otros están a punto de tomarlo. Para todos ellos está dedicado el artículo de hoy, en el que os proponemos unas vacaciones diferentes, en las que la criptozoología indica la ruta a seguir.
Por todo el planeta existen lugares en los que el enigma, el misterio o la leyenda han creado un halo de interés alrededor de una determinada ciudad, un monte, un río... Curiosos de todo tipo se dan cita en recónditos lugares en busca de lo desconocido, de aquello que se sale de lo común. Y ¿ que mejor época para perseguir monstruos - por ejemplo - que el verano ? Ahora que disponemos de unos cuantos días libres... ¿ por qué no hacemos algo distinto?
Aprovechando nuestros días de vacaciones podemos recorrer la geografía española tras las huellas de los animales desconocidos , recordando la célebre obra de Heuvelmans. Podemos iniciar nuestro camino - cómo no - en el conocido Museo del Calamar Gigante de Luarca ( Asturias ), famoso por albergar la mayor colección mundial de estos cefalópodos. A pocos kilómetros de allí, en Liérganes ( Cantabria ), deberíamos hacer un alto en el camino para dirigirnos al Centro de Interpretación del Hombre - Pez , donde se muestra documentación relacionada con la historia de Francisco de la Vega Casar y su extraña experiencia.
Siguiendo una hipotética ruta hacia el este peninsular, nuestros pasos nos llevan hasta los bosques pirenaicos de Bielsa ( Huesca ), donde podremos descubrir las extrañas construcciones que los supuestos hombres salvajes de la zona dejan en lo más profundo de la montaña. Un pequeño salto nos aleja de los Pirineos y nos transporta hasta las inmediaciones del enigmático Lago de Banyoles , donde - además de poder atisbar al monstruo - tenemos una cita para perdernos por las salas del cercano y oscuro Museo Darder.
Tomamos el barco que nos lleva a las islas y, en Mallorca, exploramos la guarida de Es Dimonió y nos atrevemos a contemplar su horrible figura, que reposa en el Museo de Sa Pobla desafiando la razón del visitante.
Para acabar, si aún nos queda tiempo y fuerzas para enfrentarnos con un nuevo enigma, podemos hacer una parada en Madrid y visitar a Archi, el calamar gigante que reposa en las vitrinas del Museo Nacional de Ciencias Naturales de la capital.
Para el próximo verano prometemos desvelar más rincones misteriosos y sorprendentes de nuestra geografía, relacionados con el apasionante mundo de los críptidos. De momento, y para abrir boca, aquí os dejamos este puñado de insólitos destinos para vuestras vacaciones más originales. Ya nos contaréis a la vuelta...
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