Hoy recordamos en Criptozoología
en España un curioso caso ocurrido hace más de un siglo en aguas de Guipúzcoa.
Un vapor pescó un extraño animal que, tras ser llevado a puerto, fue troceado y expuesto en la
Pescadería municipal para regocijo de vecinos y enfado de los miembros de la
Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, quienes tuvieron noticia del suceso y hubieran
deseado poder estudiar al animal en cuestión.
Reproducimos a continuación la nota que Don Pedro M. de Soraluce
leyó ante el pleno de la citada Sociedad del 18 de junio de 1912, en la que
narra los sucesos que tuvieron lugar alrededor del extraño pez hallado:
Única imagen conservada del extraño pez capturado |
“Un pez extraño del
todo desconocido en el Cantábrico
La prensa local y
regional y aun la española y francesa, han venido ocupándose con interés y
curiosidad de la singular pesca efectuada en este saco del Cantábrico, el día 3
de Marzo del corriente año de 1912.
Las revistas
ilustradas han contribuido igualmente por su parte, a dar mayor notoriedad al
caso presente. Se trata del Pez enorme, como fue bautizado por un periódico
local, el cogido el domingo 3 de Marzo por la vapora de pesca María Bautista, patrón
Vicente Oronóz, de la matrícula de San Sebastián.
Dicho día zarpó de
este puerto, a las seis y media de la mañana, la citada embarcación, propiedad
del conocido patrón armador D. José Javier Urresberrueta, mi antiguo y estimado
amigo.
A la altura de tres
millas N. S. de la boca del puerto de Pasajes, a eso de las diez y media, el
María Bautista, uno de los contados vaporcitos de pesca que se habían aventurado
a capear el temporal reinante para dedicarse a su arriesgada industria, divisó
un pez enorme, que al principio creyeron los tripulantes sería un tiburón.
El puerto de San Sebastián en una antigua imagen |
Su andar velocísimo y
el remolino de agua que en las evoluciones promovía, hizo que la tripulación
del María Bautista sintiera doblemente mayor y verdadera curiosidad por dar caza
al extraño ejemplar; y al efecto, tuvieron que virar varias veces siguiendo la
ruta del fugitivo, hasta que un marinero de proa, Benito Urresberrueta, le
lanzó el arpón con tan certera puntería, que fue a clavarse en la cabeza del animal.
Éste, al sentirse
herido, se revolvía furiosamente y con tal fuerza, que tres hombres no fueron
suficientes para arrastrarlo hacia la embarcación, viéndose la tripulación en grave
apuro, cuando se trató de colocarlo sobre cubierta. Una vez conseguido esto, el
María Bautista regresó a puerto, porque el viento impedía el avanzar.
Al tocar en el muelle
y desembarcar el monstruo pescado, numeroso público se arremolinó a
contemplarlo, lo propio que después ocurría en la Pescadería de la Brecha. El
María Bautista regresó a San Sebastián a las once y cuarto, y acto seguido fue
conducida la presa a la Pescadería, donde, sin conocimiento del propietario de
la embarcación Sr. Urresberrueta, ni del patrón Sr. Oronóz, fue fraccionada por
los empleados de dicho establecimiento municipal.
Vapora de pesca guipuzcoana. En la imagen, la Esperanza, en 1919. |
Al primer golpe de
vista, de lejos, creí hallarme ante un escualo común, pero al fijarme en la
forma de la cabeza y boca, mi asombro fue grande; y nada digamos del pesar al
considerar el rarísimo ejemplar que perdía el pequeño naciente Laboratorio
Museo de la Sociedad de Oceanografía.
La estructura general
era la de un tiburón. Las largas aletas aquellas demostraban ser de pez de gran
velocidad. Medía tres metros y treinta y cinco centímetros de largo. Pero la
configuración de la cabeza era la de las focas, dada la protuberancia que
presentaba en su extremidad, así como otra menor más abajo. En cambio la
apertura de la boca era enorme, idéntica a la de los tiburones. En ésta no
poseía dientes, pero sí fibrosas carnosidades de marfileña blancura, que
denotaban su escasa edad. Pesó ciento setenta kilos bruto. Para dar idea de su
potencia vital, bastará con decir que a las dos horas de capturado, todavía se
revolcaba en la Pescadería.
Puesto en la pescadería de la Brecha (1938) © CC BY-SA: KUTXA FOTOTEKA. FONDO MARIN. PASCUAL MARIN |
Se consultaron varias
obras de Historia Natural y libros de Oceanografía, pero todo fue inútil. Alguien
insinuó que haría unos catorce o quince años fue cogido otro extraño pez,
quizás algo parecido al presente, en la costa vizcaína, siendo expuesto al
público mediante pago.
Esta era la idea que
tenía el honorable armador Sr. Urresberrueta, y la de, tras haber sido
convenientemente fotografiado y estudiado aquel fenómeno, regalar su cabeza al
Museo de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, entidad hacia la cual tanto
cariño y entusiasmo ha demostrado y demuestra siempre el conocido propietario
de la vapora María Bautista.
Desgraciadamente no
pudo ser así, por la libertad que se habían tomado los empleados de la
Pescadería. El ejemplar aquel (mejor dicho las fracciones), fue visitado por numeroso
público, que hacía muchos comentarios sobre su estructura extraña, peso y
captura.
Vapor pesquero en el puerto, 1917. © CC BY-SA: KUTXA FOTOTEKA. FONDO FOTO CAR. RICARDO MARTIN |
«El temporal de
vientos continuará en el mar. El día pasará sin llover o con poca lluvia.—
Barómetro 762-8. Termómetro 7-4. Mínima 7-4. Máxima 16-8. Pluviómetro 11. Cielo
lluvioso. Viento fuerte ONO. Mar gruesa y picada.»
La prensa local publicaba
al día siguiente, lunes: «El tiempo muy malo y peligroso, fuera de costa, por
el fuerte viento que reinaba, obligó a los pesqueros de rastra, besugueros,
etc., a mantenerse de arribada.»
La fotografía que
acompaña a esta nota oceanográfico-ictiológica, da imperfecta idea de lo que
era el citado raro pez. Destácase el cuerpo, que, como se verá, tiene todo el aspecto
de un escualo, pero, en cambio, dada la posición en que se le colocó, no se vislumbra
(o resulta muy borrosa) la parte de la cabeza, que era y es lo más interesante
en el caso presente, por lo singular del fenómeno. Pero siempre, algo es
algo poseer una fotografía.
¿Tal vez el extraño pez fuera un tiburón peregrino? |
Consultamos los días
siguientes a oceanógrafos tan ilustrados como D. Manuel Mercader y D. José
Domercq, quienes después de estudiar diferentes tratados y hablar con pescadores
e inteligentes, no pudieron emitir una opinión firme acerca del particular,
pero lamentaron en extremo lo acaecido en la Pescadería.
Y lo siente doblemente
la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, quien, ante lo extraordinario del caso,
no hubiera escatimado medios para que fuese estudiado dicho pez por
ilustraciones como el reputado naturalista Dr. D. Odón de Buen, Catedrático de
la Universidad Central de Madrid, el eximio Dr. J. Richard, Director del Museo
Oceanográfico de Mónaco, y el erudito Director del Instituto Oceanográfico de
París, señor Barón Berget.
No terminaremos sin
dejar consignado, que para la mayor seguridad y antes de presentar esta nota
ictiológica, la hemos leído al respetable y honrado patrón D. José Javier
Urresberrueta, quien nos ha dado su plena y perfecta conformidad.”
¿Qué raro animal fue encontrado en aguas guipuzcoanas hace 101 años? ¿Si no
hubiera sido descuartizado, la Ciencia habría hallado una nueva especie al poderlo
estudiar con detenimiento? O bien, ¿se trataba de una especie desconocida en la
zona pero perfectamente identificada por los biólogos marinos? Por desgracia,
sólo nos queda especular basándonos en el relato de los hechos y en la imagen
que acompaña a este artículo…
I don't understand every detail of the description. The photo is unfortunately very unclear but I would say its likely a juvenile basking shark like this one: http://www.wildlifeextra.com/resources/listimg/whales/Marine/basking_stranded_Goodall@body.jpg. The bulbous nose is very distinct and significantly.
ResponderEliminar