viernes, 17 de junio de 2011

El hombre salvaje en el Pirineo aragonés. Expediciones en busca del yeti en Bielsa, Huesca.Parte 1: la primera expedición.

Desde tiempo casi inmemorial se especula con la existencia de hombres salvajes habitando en algunas zonas aisladas y poco accesibles de los Pirineos. Esta posibilidad vuelve a estar de actualidad tras los datos aportados por recientes expediciones realizadas en la zona de Bielsa, en Huesca.

Agradecemos al investigador y cineasta francés Florent Barrere, promotor y divulgador de estas expediciones, permitirnos el acceso a sus informes y extraer de ellos el artículo que transcribimos a continuación, obra de este buscador de lo insólito. En él se nos da cuenta de lo sucedido en las dos expediciones organizadas por la asociación Les films de la grotte con el objetivo de recabar datos sobre el hombre salvaje de los Pirineos, a raíz de tener conocimiento del caso del llamado yeti de Peña Montanesa.

Disfruten con el relato...



Expediciones a Bielsa
Por Florent Barrere


1.Localización de Bielsa y sus alrededores


Mapa de orientación del
valle de Bielsa

Bielsa es un pequeño pueblo situado en la entrada al valle de Monte Perdido, en la provincia de Huesca, en el Pirineo aragonés. Para entrar a este valle, desde Francia, lo más fácil es tomar el camino a Saint-Lary-Soulan, en el valle de Aure y el paso por el túnel de Saint-Lary. Algunos pueblos españoles - con muy baja densidad de población, excepto Bielsa - prometen abundantes sorpresas en el valle de Monte Perdido: Peña Montañés, Espierba, Parzan ...

El bosque de montaña principal de Monte Perdido es conocido como La bola verde o pineta , es decir, "el valle verde con árboles." Este valle es muy húmedo y típico de los bosques pirenaicos: árboles frondosos de hoja caduca y arbustos hasta los mil metros, mezclado con coníferas entre los 1000-1800 metros.

2. Incidente en los alrededores de Bielsa

Un caso bien conocido se produjo en la región conocida como Peña Montanesa ( Huesca ) en el Pirineo aragonés. Se trata de una zona tranquila y sólo visitada por pastores que trabajan con sus rebaños. El 4 de mayo de 1993, un grupo de seis leñadores se encontró con un extraño ser de 1,7 metros de altura en este paraje. Según Manuel Cazcarra, uno de los trabajadores, estaban cortando árboles cuando "en torno a 15:45, de repente escuché gritos, gritos agudos que se parecían a los de las cabras salvajes. Pensamos que alguno de estos animales se habría caído de un acantilado y me acerqué a ver qué había sucedido. Y cuando lo vi, estaba encaramado en un pino, aferrándose a una rama con las manos y los pies. Gritó. La distancia que nos separaba de la criatura era de unos 90 metros. Llamé a mis compañeros para que vinieran a ver y el primero que lo hizo fue Ramiro López, que llegó a tiempo para ver cómo el ser descendió del árbol para esconderse detrás de un arbusto grande. El resto de mis compañeros también llegaron pero, desafortunadamente, no lo pudieron ver. Sin embargo, tuvieron que evitar un tronco que iba hacia ellos, sin duda lanzado con violencia por parte del hombre-mono ".

Estas son las palabras simples y precisas utilizadas por un hombre que ha visto osos, aunque últimamente éstos se han vuelto escasos en los Pirineos españoles. Estaba seguro de que no podía ser un oso ni ninguna otra criatura conocida de la fauna pirenaica. Cuando le preguntamos a Manuel Cazcarra si había encontrado otras señales en los siguientes días, respondió: "Unos días más tarde se encontró que la ventana de uno de nuestros vehículos Land Rover estaba rota, al igual que hace unos días, un camión oruga había sido medio destruido. " En la misma semana, una patrulla de la Guardia Civil, acompañada por uno de los leñadores, se dirigió a la zona y encontró huellas extrañas en el suelo. Aunque no parecían pertenecer a ningún animal conocido la Guardia Civil - para evitar el pánico - ha difundido la hipótesis de que las huellas fueron causadas probablemente por un oso que se escapó de una reserva natural cercana.

3. Expedición 1 :Arboles rotos.

La primera expedición a los alrededores de Bielsa fue organizada por iniciativa de Philippe Coudray quien, con su hermano gemelo Jean Luc Coudray, visitó en julio de 2008 esta región para intentar un "primer avistamiento hominológico", tras tener conocimiento del reciente testimonio de los leñadores españoles . Con la experiencia adquirida en las dos expediciones en busca del hombre salvaje americano (Sasquatch 2007 de Texas y Sasquatch 2008 en la Columbia Británica), Philippe Coudray fue capaz de profundizar en las montañas del valle de Monte Perdido y ofrecer su punto de vista sobre unas construcciones de madera o árboles rotos hechos intencionalmente que hallaron.



La primera localización fotográfica de Philippe y Jean Luc Coudray se situaba alrededor de la pequeña carretera asfaltada D11, que se toma en Bielsa en dirección a Espierba. Una vez pasado el pueblo de Espierba, los árboles rotos se encuentran a lo largo del camino.


En este camino, tres conjuntos de árboles rotos en distintas alturas, normalmente entre dos y tres metros, han sido hallados y fotografiados por los hermanos Coudray. Esta es la estructura más caracteristica de esta serie de árboles rotos:


Estructura de madera en Esperbia
A priori, estos dos jóvenes árboles pueden haberse roto por accidente tras una fuerte tormenta, como suele ocurrir en este bosque de montaña.

Sin embargo, los detalles de esta estructura nos dice algo más: además de estar los dos árboles situados a la misma altura, algo que puede suceder en la naturaleza, los dos jóvenes troncos rotos son sostenidos por una rama más blanda que era artificial, pues estaba colocada para soportar la estructura.

Detalle de la estructura

Por lo tanto, lo que podría parecer un mero accidente de la naturaleza, un simple montón de madera dispuesto así por el azar de los agentes naturales, parece ser una estructura intencionalmente fabricada , independientemente que la altura igual en los dos pinos rotos sea casual o no.

Continuará ( .... )



Hasta aquí, la primera parte de los descubrimientos aportados por las expediciones francesas realizadas en la zona de Bielsa. Como hemos leído, han encontrado singulares construcciones que también han sido halladas en otras partes del mundo. Construcciones que, en la segunda de las expediciones, se volverán más elaboradas y darán lugar a preguntarse qué o quién las ha hecho y con qué objetivo. La respuesta, en unos días...

 

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