martes, 19 de septiembre de 2017

Descubren nuevas especies de crustáceos en Galicia

La fauna de los fondos profundos del océano suele ser poco conocida por la dificultad de muestrear a grandes profundidades. Un equipo de investigación de la Estación de Biología Marina de la Graña, en Galicia, emprendió cuatro expediciones oceanográficas en las aguas del noroeste peninsular que han permitido hallar varias especies nuevas que habitan los fondos abismales. Ahora describen dos de ellas que carecen de ojos y son de tamaño milimétrico.

Foto: José Antonio Peñas (SINC)

En los fondos de la plataforma continental y el talud habitan ricas comunidades faunísticas. En los años 2002, 2003, 2008 y 2009, la Estación de Biología Marina de la Graña de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) llevó a cabo diferentes expediciones oceanográficas para conocer estos ecosistemas. Las diferentes campañas, aunque tuvieran distintos objetivos, perseguían identificar y categorizar esta fauna bentónica –animales que viven asociados al fondo marino–, al ser muy rara y poco conocida.

Como resultado de estos trabajos de búsqueda, a mil metros de profundidad, se han descubierto varias nuevas especies. Un estudio de la universidad gallega acaba de describir dos de ellas como nuevos crustáceos que pertenecen a las familias Photidae y Corophiidae, a las que han denominado Photis guerrai y Pareurystheus vitucoi. Ambas son especies ciegas y de pequeño tamaño, de unos pocos milímetros.

Este grupo de crustáceos es muy importante en los océanos porque representan la base de la cadena trófica en muchos ecosistemas marinos. Entre otras muchas, algunas de las adaptaciones más habituales que presentan las especies animales a estas profundidades son la ausencia de estructuras visuales y el reducido tamaño, para soportar las grandes presiones”, dice a Sinc Ramiro Rodríguez Tato, investigador de la USC que lidera el estudio publicado en la revista Zootaxa, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid.

Los ecosistemas de profundidad son muy diferentes a los que encontramos en aguas costeras más superficiales. En este medio no llega la radiación solar y como consecuencia de ello no hay macroalgas, por lo que la producción primaria se ve limitada a la quimiosíntesis, producida por una fuente de energía química.
Foto: José Antonio Peñas (SINC)

Sin embargo, a diferencia de lo que se pensaba al principio, los fondos de grandes profundidades no son zonas sin vida. “En estas áreas se encuentran ricas comunidades animales que se alimentan de la materia orgánica que se deposita paulatinamente desde la columna de agua”, añade Rodríguez Tato.

Los dos nuevos animales marinos tienen en común que carecen de ojos. En un entorno al que no llega la radiación solar, es decir, que se encuentra permanentemente en oscuridad, para muchas especies, los sistemas de orientación se centran más en receptores sensoriales químicos que en órganos visuales.

Pero al pertenecer a familias distintas las dos especies son muy diferentes entre sí. Por un lado, la primera del género Photis –que es muy común en aguas costeras, con proyecciones cefálicas laterales, llamadas lóbulos cefálicos, muy características– es una de las pocas especies de este grupo que carece de ojos. “Únicamente otras tres de las 69 especies que existen carecen de este órgano de visión”, apunta el investigador. Además, los lóbulos cefálicos en Photis guerrai no son redondeados, sino que tienen forma apuntada.

Ramiro Rodríguez Tato

Por otra parte, el género Pareurystheus es mucho menos común y la mayoría se han localizado en aguas de Japón. Pareurystheus vitucoi, supone así el primer registro del género en el noroeste del Atlántico. Este animal posee un quinto par de apéndices torácicos fuertemente modificados y desarrollados, al contrario de P. vitucoi. Es de pequeño tamaño y coloración blanca. “Es única dentro del género por ser la primera descrita sin ojos”, asegura el científico.



Pero para los científicos es complicado explicar su comportamiento por la dificultad de la observación in situ de estos animales. “Probablemente sean especies de hábitos detritívoros, que viven sobre el fondo marino excavando galerías en las que encuentran cobijo y alimento, ya que es el método más extendido entre los animales de este grupo que habitan a estas profundidades”, indica Rodríguez Tato.

Para la recogida de muestras se emplearon dragas de diferentes tipos, en este caso tres de arrastre, cada una diseñada para la extracción de un tipo determinado de muestra en un tipo concreto de fondo. 

“Las comunidades de los fondos profundos de nuestro país se conocen muy poco todavía ya que estas dos especies son solo una pequeña fracción de los resultados de estas campañas. Encontré diez nuevas especies, en las que aún estoy trabajando. Estas son solo dos de ellas”, concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

Ramiro Tato y Juan Moreira. Two new species of the Suborder Senticaudata (Crustacea: Amphipoda) from the upper continental slope off Galicia (NW Iberian Peninsula)” Zootaxa 4300 (2): 217–237. https://doi.org/10.11646/zootaxa.4300.2.4.


Fuente: Eva Rodríguez Nieto/Agencia Sinc


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